Esos guarismos, que es de prever se modificarán a medida que se aproxime la elección, otorgaban al candidato de Unidad Nacional, el presidente Santos, una intención de voto del 30 por ciento, seguido por Peñaloza, de la Alianza Verde, con el 16 por ciento, y por Zuluaga, del Centro Democrático, con algo más del 10 por ciento.
Detrás, y virtualmente fuera de la discusión por el poder, se alinean Clara López, del izquierdista Polo Democrático, también cercana al 10 por ciento, y María Lucía Ramírez, del Partido Consevador, que reúne el 9 por ciento de la intención de voto.
Pero los datos del Centro Nacional de Consultoría agrega datos inquietantes: si la segunda vuelta fuera ente Santos y Peñaloza, la intención de votos de marzo mostraba al mandatario perdiendo ante el exalcalde bogotano por 39 a 40 por ciento. En cambio, si la disputa fuera con el uribista Zuluaga, Santos aparecía ganando por 47 a 30 por ciento.
Jorge Londoño, gerente general de la consultora Invamer Gallup, anticipó a Télam que si bien aún están procesando los datos de abril, es escenario no varió sustancialmente.
"Lo más probable es que haya segunda vuelta entre Santos y quien salga segundo, que podría ser Óscar Iván Zuluaga o Enrique Peñaloza, con una cierta ventaja para este último", dijo en diálogo telefónico.
La Constitución colombiana prevé que si el voto en blanco supera al candidato más votado hay que convocar a nuevos comicios con otros postulantes. Pero esta es una hipótesis improbable porque, aunque el promedio de ausentismo electoral ronda el 50 por ciento, solo se contabilizan los votos emitidos.
"El voto en blanco va a estar por debajo del 10 por ciento, por lo tanto no será un problema, no se aplicará esa parte de la letra constitucional", aseguró Londoño.
Si bien las negociaciones de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se llevan adelante en La Habana, fueron determinantes para que Santos se lanzara a buscar su reelección, no son el eje de estos comicios.
"La opinión pública colombiana está demandando por temas como desempleo, seguridad ciudadana, salud, corrupción", dijo el titular de Invamer Gallup.
En cambio, el analista político Vicente Torrijos, profesor de la Universidad del Rosario de Bogotá, dijo a EFE que "el presidente ha invertido todo su capital político en una negociación que se ha vuelto polémica y con resultados que todavía no son tangibles para el ciudadano, con lo cual se ha convertido en rehén de un grupo alzado en armas para lograr que su aspiración reeleccionista sobreviva".
En este esquema, los que pueden sacar algún saldo son los candidatos de derecha, como Peñalosa, que entró a último momento en la carrera presidencial y dividió al voto anti-Santos, o como Zuluaga, el delfín del expresidente Alvaro Uribe, imposibilitado de presentarse a esta contienda porque ya ocupó dos veces la primera magistratura del país.
Si bien el uribismo tiene como principal eje la oposición cerrada a los diálogos de paz con la guerrilla, también impulsa la mano dura contra la inseguridad, un discurso que pega en una sociedad estragada por años de violencia.
Claro que este tema es central en los grandes centros urbanos y no tanto en los rurales, donde Santos es más fuerte. Según Londoño, el mandatario reúne mayores adhesiones en las zonas rurales, donde reside el 17 por ciento del electorado, y en las ciudades que están sobre el Caribe colombiano, como Cartagena de Indias, Barranquilla y Santa Marta.
En cambio Peñaloza tiene más peso en Bogotá, de la que fue alcalde entre 1998 y 2001, "y más por los problemas que está teniendo Gustavo Petro", acota Londoño.
Esta ciudad, donde residen ocho millones de colombianos, está por otra parte en el ojo de la tormenta política aún irresuelta por los vaivenes de la destitución del alcalde izquierdista Gustavo Petro, que fue restituido por orden judicial, restitución impugnada por el gobierno y la Procuraduría General.
Óscar Iván Zuluaga, en tanto, reúne las mayores adhesiones en los centros urbanos más pequeños, donde la figura del expresidente y actual senador Uribe sigue teniendo peso.
Con estos elementos, los candidatos encaran el último més de campaña. Santos recorre por estos días el departamento de Antioquia, territorio decididamente afin a su principal opositor, el expresidente Álvaro Uribe, que aunque no es candidato tiene mucho peso en esta elección.
Y por estos días también trajinan la calles de Medellín, la poderosa capital antioquieña, Peñaloza, con la esperanza de consolidarse en el segundo lugar, y la izquierdista Clara López, para quien desplazar al cuarto lugar al candidato uribista sería un éxito.
Con la misma lógica de ir a pescar en aguas adversas, Zuluaga inició su último mes de campaña en la caribeña Barranquilla, territorio más afín al oficialismo.
Fuente: Télam