"No basta con decir que los colonos han llegado; debemos evitar por todos los medios que entren al complejo", proclamó el presidente palestino.
Miles de palestinos realizaron ayer sus rezos en las calles y callejones de la Ciudad Antigua de Jerusalén luego de que las fuerzas de seguridad israelíes, impidieran a los hombres menores de 50 años, ingresar a la Explanada de las Mezquitas, uno de los lugares más sagrados para el islam.
Cientos de guardias fronterizos israelíes, policías y fuerzas especiales fueron desplegados a lo largo de las calles de Jerusalén, además de al menos un avión no tripulado y un globo de vigilancia en el cielo para evitar que los fieles musulmanes lleguen al lugar sagrado.
Said Shweiki, miembro de la oficina del Frente Árabe Palestino, dijo que las fuerzas israelíes detuvieron y agredieron a dos palestinos en la zona de la puerta de Damasco, localizada en la entrada al mercado árabe de la ciudad vieja.
Los detenidos fueron identificados como Marwan Majed Shweiki y Muhammad Nasser Shweiki, ambos de 22 años.
En el barrio de Ras al Amud, las fuerzas israelíes dispararon bombas de estruendo contra los fieles con el fin de dispersarlos y los palestinos respondieron tirando piedras a los soldados.
La violencia también se sintió en la zona de Wadi al-Jouz donde las fuerzas israelíes se desplegaron en las calles del barrio y los palestinos lanzaron piedras y fuegos artificiales.
En el barrio de al Issawiya, cerca de la Universidad Hebrea de Jerusalén, en la zona Oriental de la ciudad, siete palestinos resultaron heridos por los disparos de balas de goma y gases lacrimógenos.
Los enfrentamientos estallaron días atrás por la prohibición impuesta a los musulmanes para ingresar a la explanada de las mezquitas mientras algunos líderes israelíes expresaron su deseo de derribar la mezquita de Al Aqsa y construir un templo en su lugar.
Sólo el miércoles, 17 palestinos fueron detenidos en enfrentamientos con las fuerzas policiales israelíes.
Guardias de seguridad palestinos en Al Aqsa, organizaron ayer una sentada en el patio de la mezquita en solidaridad con un guardia que se encontraba entre los detenidos por la policía israelí.
Muhannad Idris, de 30 años, fue detenido el martes mientras estaba de servicio y las autoridades israelíes dijeron que sería liberado ese mismo día tras pagar una fianza.
Como parte de su liberación, también se le prohibió la entrada a la mezquita de Al-Aqsa y fue condenado a 10 días de arresto domiciliario.
"Israel está atacando sistemáticamente a los guardias de Al Aqsa para que tengan temor de hacer su trabajo", sostuvo el director del complejo, Sheikh Omar al-Kiswani.
El complejo de Al Aqsa está pegado al Muro de los Lamentos y es el tercer lugar más sagrado en el Islam. Está ubicado en Jerusalén este, una parte de los territorios palestinos internacionalmente reconocidos que han sido ocupados por el ejército israelí desde la Guerra de los Seis Días, en junio de 1967.
Fuente: Télam