Como otros funcionarios comunitarios, Annika Breidthardt, vocera para el Empleo, el Crecimiento y las Inversiones, la Unión Económica y Monetaria y el Semestre Europeo, evitó referirse al presunto rol de Alemania en la campaña griega, pero sí intentó traer calma dentro de la eurozona.
"El párrafo 3 del artículo 140 del Tratado de la Unión Europea (UE) señala que la pertenencia al euro es irrevocable (...) El euro está aquí para quedarse y ha demostrado su resistencia", aseguró la funcionaria en su conferencia de prensa diaria en Bruselas, citada por la agencia de noticias EFE.
Pese al debate creado sobre la permanencia de Grecia en la eurozona y el futuro de la moneda comunitaria, ni Syriza ni su máximo líder, Alexis Tsipras, están proponiendo abandonar el euro.
Su campaña se basa en la propuesta de renegociar los términos y metas neoliberales de los "rescates" financieros acordados entre los anteriores gobiernos griegos y la llamada troika de acreedores internacionales, compuesta por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
Luego del estallido de la crisis de deuda soberana del país, en 2009, los préstamos externos permitieron a Grecia evitar un default y mantuvieron a salvo a los grandes tenedores de sus bonos, especialmente bancos alemanes, pero a cambio de duros programas de austeridad resentidos por la población.
Tras más de cinco años de políticas de ajuste que hundieron a gran parte del país en el desempleo y la pobreza, la oposición de Syriza a los "rescates" de la troika le valieron el primer lugar de todas las encuestas a menos de tres semanas de las elecciones.
El último sondeo, publicado hoy por el diario local Eleftheros Typos, ratificó a Syriza como favorito con una intención de voto del 30,4%, a poco más de tres puntos porcentuales de Nueva Democracia, la fuerza conservadora del primer ministro saliente, Antonis Samaras.
El tercer lugar se lo disputan a mucha distancia los socialdemócratas del Pasok y actuales socios de Samaras, el nuevo partido de centroizquierda To Potami y los comunistas de KKE. La fuerza neonazi Amanecer Dorado aparece última.
Pese a que Tsipras ha reiterado en varias ocasiones que no tiene intención de salirse de la eurozona, desde Alemania hay quienes continuaron hablando de una eventual salida de Atenas después de los comicios del 25 de enero como si fuese una posibilidad.
Poco antes de conocerse la versión de fuentes oficiales alemanas no identificadas publicada hoy por el semanario Der Speigel, uno de los más influyentes de Europa, el vicecanciller y ministro de Economía de ese país, Sigmar Gabriel, había asegurado que la eurozona "no se deja chantajear".
En una entrevista con el diario local Hannoversche Allgemeine Zeitung, el dirigente socialdemócrata lanzó una advertencia al próximo gobierno griego: "Independientemente de quien esté en él, esperamos que respete los acuerdos alcanzados con la UE", en clara alusión a los préstamos de "rescate".
Horas después de conocerse la última encuesta griega, los comentarios del ministro de Economía alemán y la versión de Der Spiegel, las principales bolsas de Europa se derrumbaron.
Las del sur europeo fueron las que sufrieron una caída más marcada -Atenas se desplomó un 5,63%, Milán un 4,92% y Madrid un 3,45%-, mientras que las bolsas de las principales potencias económicas del bloque también sintieron un duro golpe -París con una baja del 3,31%, Frankfurt con una del 2,99% y Londres con una del 2%-.
La reacción de los mercados ante los rumores surgidos en Berlín fue tan contundente que provocó que varios dirigentes europeos repudien la campaña de miedo alemana y pidieran respeto a la soberanía griega.
En diálogo con un grupo de periodistas, el presidente de los socialdemócratas en el Parlamento Europeo, Gianni Pittella, instó a las "fuerzas del ala derecha alemana a dejar de intentar actuar como 'sheriff' en Grecia o en cualquier otro Estado miembro" de la UE porque "no sólo es inaceptable, sino erróneo".
Por su parte, el máximo líder de Podemos, el partido de izquierda español que en los últimos meses creció hasta convertirse en la tercera fuerza electoral del país, también condenó la interferencia de Alemania en la campaña griega.
"No va a venir ningún alemán, ningún fondo de inversión, ningún banco extranjero a decirles a los españoles, a los griegos, a los portugueses o los irlandeses qué tenemos que votar", sostuvo Pablo Iglesias ante un grupo de periodistas.
"Algunos crean contextos, situaciones, declaraciones apocalípticas porque les da miedo que los griegos voten en libertad (...) Los que pretenden amenazar desde fuera sólo tienen un calificativo: enemigos de la democracia", sentenció el dirigente antes de afirmar que en Grecia el 25 se enfrentarán dos candidatos: "Tsipras y Angela Merkel".
Fuente: Télam