"No voy a ser candidato en las próximas elecciones generales", afirmó durante un discurso ante el comité federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en Madrid.
El presidente del gobierno pidió al partido "activar el proceso de (elecciones) primarias" para designar a una nueva persona al frente de la formación de cara a las próximas elecciones.
Zapatero, de 50 años, fue elegido presidente en 2004, y reelegido en 2008.
El mandatario quiso con este anuncio "poner fin a lo que se percibía como una incertidumbre" desde hacía meses, ya que no merece la pena "apurar hasta el final ni prolongar innecesariamente la especulación".
Y explicó que "lo tenía pensado desde hace siete años": "Dos mandatos son suficientes".
Se trata de una "decisión firme" y lo "más conveniente" para el país, y con elecciones primarias dentro del partido, "estaremos en condiciones de ofrecer la mejor candidatura posible a la sociedad", aseguró, provocando la sorpresa, ya que se esperaba un anuncio después de las elecciones municipales del 22 de mayo.
Zapatero hizo este anuncio cuando faltan pocas semanas para las elecciones municipales españolas y regionales parciales de mayo, y en un momento en que su popularidad y la de su partido han caído debido a la crisis económica, que sumió a la economía en la recesión en 2009.
Ello llevó al gobierno de Zapatero a tomar duras medidas de ahorro en el último año y medio, presionado por la Unión Europea, las instituciones internacionales y los mercados, a pesar de lo cual las perspectivas de recuperación no son muy halagüeñas.
En los últimos meses, a las especulaciones sobre cuándo Zapatero anunciaría una eventual candidatura a las elecciones generales de 2012 se añadieron las de su posible sucesor.
El vicepresidente primero del gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, se perfila como su posible sucesor, aunque según los medios, también sería candidata la actual ministra de Defensa, Carme Chacón.
Zapatero llegó al gobierno en 2004 después de un doble mandato
del conservador José María Aznar y tras el trágico atentado islamista del 11 de marzo en Madrid, que dejó 191 muertos.
Y en las últimas elecciones generales, de marzo de 2008, el PSOE de Zapatero ganó con el 43,9 por ciento de los votos, frente a un 39,9 por ciento del principal partido opositor, el Partido Popular (PP,conservador).
Pero las tornas cambiaron hace tiempo y el PP supera al PSOE en las encuestas desde el primer semestre de 2009.
Según un sondeo de febrero del instituto Metroscopia para el diario El País, el PP obtendría el 43,3 por ciento de los votos y el PSOE sólo conseguiría el 28,4 por ciento.
Pero ese mismo sondeo dejó ver que si el candidato socialista fuera Rubalcaba, la caída sería menor, del 44,1 por ciento frente a un 40,5 por ciento del PSOE.
Lo que corroboran oficiosamente varias fuentes cercanas al gobierno, que se resignan a una derrota en 2012.
Durante el mandato de Zapatero la economía siguió su línea ascendente hasta alcanzar un crecimiento del 3,7% del producto interior bruto (PIB) en 2007, por encima de la media de la Eurozona, y un superávit durante tres años seguidos que culminó en el 2,2% del PIB ese mismo año.
Pero la crisis llevó a la recesión, a un déficit del 11,2% en 2009 y un desempleo que pasó de menos del 8% de la población activa al 20%, récord en la Unión Europea (UE).
Ello llevó al gobierno de Zapatero a tomar medidas de choque como el recorte presupuestario, una reforma laboral y de pensiones y la bajada del sueldo de los funcionarios.
Pero lo peor es que a pesar de ello la economía tiene dificultades en recuperarse: en 2010 hubo un crecimiento incipiente pero el saldo final fue negativo, del 0,1%; el Banco de España espera un aumento este año del PIB de sólo el 0,8% y que el desempleo incluso siga subiendo y alcance el 20,7%. (Cadena 3)
