Desde muy temprano pudieron verse las largas colas de personas que concurrieron a votar, lo que evidencia una alta participación, similar a la primera vuelta del 5 de abril, en la que unos 7 millones de afganos votaron.
En varias provincias ya están contando los votos pero recién se conocerán los resultados preliminares el 2 de julio y no será sino hasta el 22 del mismo mes cuando estén los resultados finales.
"Vengo a votar por el futuro de mi país", dijo Karima Sharif, ama de casa de 36 años de Kabul, citada por la agencia EFE y agregó que espera que el ganador trabaje "por la paz, el desarrollo y las mujeres de Afganistán".
A pesar de las amenazas de ataques de los talibanes, que advirtieron que votar significaba "ayudar a los infieles", los afganos concurrieron masivamente a las urnas.
En los atentados, ataques y combates registrados hoy murieron al menos 66 personas, informó ministerio del Interior.
Entre los fallecidos hay 20 civiles -5 de ellos niños-, 15 soldados, 11 policías y un empleado de la Comisión Electoral.
En total el Ministerio del Interior computó a lo largo de la jornada 150 ataques en el país.
La votación supone el fin del gobierno de Hamid Karzai, quien gobernó el país desde la caída de los talibanes en 2001 y a quien la Constitución impide presentarse a un tercer mandato.
Esta segunda vuelta enfrenta al ex líder de la resistencia anti talibán Abdullah Abdullah y al tecnócrata Ashraf Ghani, los dos candidatos que consiguieron el mayor número de votos el pasado 5 de abril, mientras que otros 6 aspirantes fueron eliminados.
Adbullah, de padre pashtun, etnia que representa el 40% de la población afgana, y madre tayika, obtuvo el 45% de los votos en la primera vuelta, cerca del 50% que le hubiese otorgado la victoria.
Por su parte, Ghani, de la etnia pashtun, consiguió el 31,6%, frente al 3% con el que quedó en cuarto lugar en las anteriores elecciones de 2009.
Ambos políticos formaron parte del Gobierno de Karzai.
Abdulhah, quien sobrevivió a principios de junio a un atentado que costó la vida a 6 personas en la capital, fue canciller del presidente saliente, cargo que dejó en 2006 para pasar a la oposición.
En 2009, se retiró en la segunda vuelta presidencial en medio de acusaciones de fraude contra Karzai, que contaba entonces con el visto bueno de la Casa Blanca.
Ghani, un tecnócrata con experiencia en el Banco Mundial, volvió a su país luego de la invasión liderada por Estados Unidos y la caída de los talibanes en 2001, tras pasar la mitad de su vida en el exterior.
Miembro de una destacada familia pashtun, Ghani formó parte del primer equipo de asesores de Karzai, y llegó al ministerio de Finanzas en el primer gobierno de transición, puesto que abandonó en 2004.
El principal reto del vencedor de las elecciones será liderar un gobierno marcado por la retirada de las tropas internacionales de Afganistán, lo que le obligará a negociar con los talibanes si desea evitar un guerra civil.
Además, Estados Unidos y Afganistán negocian un acuerdo militar para la permanencia de tropas estadounidenses en el país asiático tras la retirada de las fuerzas internacionales de la OTAN en 2014.
Las elecciones se celebran en un momento en que las tropas de la OTAN en Afganistán se hallan en pleno proceso de retirada y transfieren gradualmente las competencias de seguridad a la Policía y al Ejército afganos.
Sin embargo, Estados Unidos anunció que mantendrá unos 9.800 soldados en el país hasta completar su salida total a finales de 2016.
Fuente: Télam
