"Los secuestradores habían colocado en el teatro dos tanques que contenían cada uno el equivalente a 25 kilos de TNT, colocados en el centro de la sala y en la platea y si solo uno hubiera estallado se habría producido la destrucción total de la sala", explicó el subdirector del instituto de criminología del FSB (ex KGB), Vladimir Yeromin, en una conferencia de prensa en Moscú.
En tanto, un total de 184 personas permanecían internadas en Moscú, seis días después del fin de la crisis de los rehenes que dejó 119 muertos, casi todos a causa del gas empleado durante el asalto de las fuerzas especiales rusas, informaron fuentes médicas a la agencia Interfax. (Télam-SNI)