El candidato, de visita en Buenos Aires, dijo que impulsa "una combinación de programas sociales ampliados y fortalecidos, para atender el aquí y ahora, y la transformación económica del país para generar condiciones de crecimiento con empleo", que derivará en "200.000 puestos por año en el campo y la ciudad".
Abogado, de 49 años, exdiputado, exsenador y exministro, Alegre es candidato de la alianza Paraguay Alegre -que juega con su apellido- y que integra también el Partido Democrático Progresista, que puso al postulante a vice, Rafael Filizzola.
El candidato del PLRA consideró a la inseguridad como "el segundo reto" para la próxima administración y evaluó que "el éxito de los programas contra la pobreza contribuirá significativamente a alejar del delito la población, que cae en él por desesperación".
Prometió también "la transformación de la Policía Nacional, con la depuración y capacitación de los cuadros policiales y la incorporación de 15.000 nuevos policías bien entrenados y equipados".
Al volver sobre la falta de empleos, Alegre insistió en que el Estado "debe impulsar una transformación productiva, en el campo a través de un fuerte impulso de las cadenas agroindustriales y de proyectos innovadores", entre los que mencionó la recuperación de la fertilidad de los suelos, la reforestación y las cuencas lácteas de agriculturas minifundiarios.
Se pronunció por un estado que "dé un decidido apoyo a los asentamientos campesinos, con una política de asistencia crediticia y técnica para la capacitación en serio, que garantice el arraigo y el desarrollo".
Para las ciudades, según Alegre, el plan debe pasar por "una política de industrialización basada en tres pilares: el aprovechamiento de las ventajas comparativas; un ambicioso proyecto de construcción de viviendas; y la realización de obras de infraestructura de gran envergadura, como carreteras y aeropuertos y puertos de cara al desarrollo".
"Lidero el único proyecto presidencial que sabe cómo generar trabajo digno desde la gestión pública", afirmó el dirigente liberal, que reividicó su gestión como ministro de Obras Públicas de la presidencia de Fernando Lugo.
"La formula es simple: experiencia en el sector público, honestidad, equipos técnicos eficientes y gestión", resumió.
Sobre el golpe institucional que derivó en la destitución de Lugo, Alegre expresó que se trató de "una salida no deseada, pero inevitable, a una crisis que no generó el PLRA y que el Ejecutivo no supo manejar", y se comprometió a trabajar para "restañar las heridas".
Consultado sobre la intención de voto que el Partido Colorado logra en las encuestas, el postulante aseguró que "la adhesión es al partido, pero no a su cúpula y tiene raíces históricas", y remarcó que "muchos colorados hoy se están sumando a la propuesta del PLRA, porque la ven como un proyecto verdaderamente nacional, que traspasa las identidades partidarias".
En otro orden, juzgó que "si el problema de la tierra fuese solamente la distribución, sería mucho más simple", pero en verdad se trata de generar empleo en el campo" y lamentó que exista "un millón hectáreas ociosas, que no tienen condiciones para producir, todas en asentamientos campesinos", para las que prometió "un ambicioso plan de recuperación de suelos".
"A esto hay que agregar la necesidad de regularización y saneamiento de la tenencia de la tierra y la demanda de asistencia crediticia", subrayó y manifestó que "el campo no es un problema, sino una oportunidad, porque el futuro está ahí".
Alegre opinó además que "Paraguay y el Mercosur son dos caras de una misma moneda", que el país "no puede ni va a vivir divorciado" y garantizó que "apenas electo" iniciará conversaciones para que las relaciones "estén plenamente normalizadas". "La normalizacion de las relaciones con el Unasur será el corolario de eso", vaticinó.
Por último, adelantó que procurará "una mayoría parlamentaria gobernante, es decir, una mayoría estable para gobernar y no simplemente para sortear un obstáculo, aprobar una ley, o lograr el acuerdo para un nombramiento", de cara a que ninguna fuerza, según los sondeos, tendrá mayoría propia en el Congreso.
Fuente: Télam