Gran parte de las preocupaciones se centran en la capital de Yemen, Saná, donde Alemania, Francia y el Reino Unido también decidieron mantener cerradas sus embajadas más allá del cierre previsto de un día para ayer domingo.
En tanto, en la capital de Pakistán, Islamabad, que no estaba en la lista de embajadas cerradas de Estados Unidos, el gobierno mismo estuvo hoy en máxima alerta tras una advertencia de las agencias de inteligencia sobre que los talibanes podían estar planeando el "mayor ataque perpetrado jamás" en ciudades grandes.
Prisiones, aeropuertos, líderes políticos, embajadas occidentales e instalaciones militares son considerados los posibles objetivos, señalaron altos funcionarios paquistaníes.
"Nuestros hombres están buscando en las montañas", dijo hoy el jefe policial de Islamabad Sikandar Hayat. "Tenemos una amenaza muy específica", agregó según informa la agencia de noticias DPA.
La amenaza detectada por los servicios de seguridad de Estados Unidos fue menos específica.
Antes del alerta mundial emitido por Estados Unidos el viernes, el líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, ordenó a Nasser al Wuhayshi, líder de Al Qaeda en la Península Arábiga, que lleve a cabo un ataque, señalaron funcionarios estadounidenses al diario The New York Times, aunque no se dieron a conocer detalles del lugar u objetivo de los ataques.
"Eso fue significativo porque eran líderes importantes los que hablaban y lo hicieron en un momento muy específico para un ataque o unos ataques", cita el diario a su fuente, que habló con la condición de mantener el anonimato.
Al Qaeda en la Península Arábiga fue en los últimos tiempos una de las secciones más activas de la red.
Es poco habitual interceptar comunicaciones entre altos líderes de Al Qaeda, por lo que la CIA, el Departamento de Estado y la Casa Blanca, así como miembros del Congreso, fueron informados sobre el tema.
Sin hacer comentarios sobre la maniobra de inteligencia específica detrás de esta información, el portavoz de la Casa Blanca Jay Carney calificó la amenaza de "significativa" y aseguró que la están "tomando en serio y por precaución tomamos las medidas que anunció el Departamento de Estado".
"La amenaza surgió de la Península Arábiga y se presume que iba a concretarse en la región, pero potencialmente puede ser en cualquier lugar", agregó Carney.
El senador estadounidense Saxby Chambliss, vicepresidente de la comisión de servicios secretos del Senado, había dicho ayer que se trata "de la amenaza más seria que hubo en los últimos años" y trazó paralelos con las informaciones previas disponibles antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En ese entonces no se sacaron las conclusiones necesarias, "pero ahora creo que es muy importante que hagamos los planes correctos", afirmó.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores alemán llamó hoy a sus embajadas en el mundo árabe a estar sumamente atentas en los próximos días.
Con excepción de su legación en Saná, que permaneció hoy cerrada, las demás embajadas seguirán funcionando, comunicó el Ministerio al término de una reunión de su gabinete de crisis en Berlín.
El portavoz de la cartera, Andreas Peschke, dijo que el gobierno alemán "no tiene indicios de peligros concretos". Sin embargo, existe "una situación de seguridad sumamente sensible" en todo el Cercano y el Medio Oriente, especialmente en países como Siria, Irak, Libia y Egipto, agregó.
El ministro del Exterior francés, Laurent Fabius, dijo que la embajada en Saná permanecerá cerrada hasta el miércoles, mientras que el Ministerio británico señaló que mantendrá su embajada en Yemen cerrada al menos hasta el fin de la fiesta Eid al Fitr el jueves, cuando finaliza el mes de ayuno musulmán Ramadán.
Incluso el gobierno de Bélgica decidió reforzar sus controles en sitios que podrían ser amenazados por ataques terroristas.
La ministra del Interior belga, Joëlle Milquet, señaló que se implementará una mayor presencia policial y se aumentarán los controles. No obstante, las embajadas belgas permanecerán abiertas, citó la agencia Belga informaciones del Ministerio de Exteriores.
Por su parte, Interpol llamó a aumentar la vigilancia después de una serie de fugas carcelarias masivas de fundamentalistas en Irak, Libia y Pakistán en las que se cree que estuvo involucrada Al Qaeda.
Fuente: Télam