Entre los conservadores figuran dos influyentes políticos acusados en la causa AMIA, Mohsen Rezaei, ex comandante del Cuerpo de Guardianes de la Revolución y actual secretario del Consejo del Discernimiento, y Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo y ex canciller, informó la agencia de noticias oficial iraní IRNA.
El secretario de la Oficina Electoral del Ministerio del Interior, Seyed Solad Mortazavi, dijo a IRNA que otros candidatos serán los también conservadores Mohamad Bagher Qalibaf, alcalde de Teherán; el parlamentario Gholam Ali Hadad Adel, y Said Jalili, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional y principal negociador internacional del país en materia nuclear.
Los otros tres candidatos admitidos se presentan como independientes, aunque Hasan Rohani y Mohamad Reza Aref están considerados reformistas moderados y Mohamad Qarazi, que ejerció cargos públicos con distintas administraciones, no tiene ninguna adscripción, informó la agencia de noticias EFE.
Los dos principales opositores a la línea que sigue el líder supremo, el ex presidente reformista moderado Akbar Hashemi Rafsanjani y el nacionalista conservador y liberal en cuestiones sociales Esfandiar Rahim Mashaei, considerado el delfín de Ahmadinejad, fueron descalificados.
La exclusión de Rafsanjani y de Mashaei supone un paso más en el camino de los conservadores hacia la reducción de la base del régimen teocrático y también conlleva el riesgo de fuertes protestas de los sectores excluidos.
Dado la escasa popularidad de los candidatos independientes, la lista de elegidos prácticamente allana el camino a los conservadores a reemplazar a Ahmadinejad, quien perdió el favor de los clérigos no electos que gobiernan el país luego de años de puja de poder.
La elección de cualquiera de ellos crearía un frente sin fisuras entre los religiosos gobernantes y la Presidencia luego de años turbulentos en los que Ahmadinejad desafió, sin suerte, los vastos poderes que el estamento clerical posee para tomar las decisiones más importantes y fijar las distintas políticas nacionales.
La lista también deja al margen a la mayoría de las voces moderadas y opositoras justo en momentos en que Irán enfrenta desafíos importantes como las sanciones internacionales y las conversaciones con potencias mundiales sobre su polémico programa atómico.
La lista oficial se anunció seis horas después de ser completada.
Mashaei calificó su descalificación de injusta y dijo que va a apelar ante Jamenei.
"Si Dios quiere, esto se resolverá", dijo el frustrado candidato en declaraciones a la agencia de noticias semioficial Fars.
Rafsanjani no hizo comentarios, pero sus seguidores denunciaron la decisión a través de las redes sociales.
Aunque no se espera que las elecciones cambien la postura de Irán sobre su programa atómico -que según Teherán tiene fines pacíficos pese a que Occidente sospecha que Irán busca fabricar armas nucleares-, podrían abrir una oportunidad para relanzar estancadas conversaciones con potencias, entre ellas Estados Unidos.
Ayer, en línea con declaraciones previas de otros funcionarios, el vocero de la Cancillería iraní, Abbas Araqchi, dijo que la posición de Irán sobre la cuestión nuclear "no cambiará ni antes ni después de la elección".
Fuente: Télam