Según estimaciones estadounidenses, alrededor del 40% de las ventas comerciales de armas se concretan este miércoles por internet o en ferias, sin una averiguación de antecedentes previa.
Además, la propuesta prevé aumentar la financiación destinada a la seguridad en las escuelas e imponer más restricciones al tráfico de armas.
Según adelantaron los dos senadores, la propuesta ya contaría con el apoyo de varios senadores republicanos y alcanzaría los 60 votos necesarios para evitar los bloqueos de la oposición y ser aprobada como una enmienda a la actual ley de control de armas.
"Esta enmienda no aliviará el dolor de las familias que perdieron a sus hijos en ese día horrible", aseguró Manchin en referencia a los 20 niños y seis adultos que murieron en la escuela Sandy Hook de Newtown, Connecticut, masacrados por un joven de 20 años que entró con un fusil de asalto y después de la matanza se suicidó.
"Nadie, ni uno de nosotros en este gran Capitolio (...) con buena conciencia puede sentarse y no tratar de prevenir que otro día como aquel vuelva a suceder", agregó, según informó la agencia de noticias EFE.
Desde hace varias semanas, la Casa Blanca está presionando públicamente a los senadores, demócratas y republicanos, para que dejen de lado las presiones de los lobby pro armas y voten las reformas.
El martes el turno le tocó a la primera dama, quien por primera vez se metió en el debate durante un acto en Chicago, en el que con lágrimas en los ojos, recordó el funeral de Hadiya Pendleton, una adolescente de 15 años asesinada a tiros días después de haber participado en la segunda investidura presidencial de Obama.
Obama "está luchando tan duro como puede e incluyendo a la mayor cantidad de personas posible para sacar adelante reformas de sentido común para proteger a nuestros niños de la violencia de las armas", aseguró la primera dama, citada por EFE.
"Esas reformas se merecen un voto en el Congreso", agregó.
Tanto Manchin como Toomey son dos confesos defensores de la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos, la cual establece el derecho ciudadano a portar armas, haciendo referencia a la importancia de las milicias a finales del siglo XVIII.
Por eso, el acuerdo alcanzado por los dos senadores es más tibio de lo que propone el presidente Obama desde que anunció en enero pasado el paquete de medidas para endurecer los controles en la venta comercial de armas.
Por ejemplo, la propuesta bipartidista -que por ahora parece ser la única que cuenta con mayoría para ser aprobada sin problemas- no incluye la prohibición total de las armas de asalto, armas que no son otra cosa que una adaptación para manos civiles de las armas militares, más sofisticadas y letales.
El giro discursivo de los dos senadores pro armas demuestra el impacto que tuvo la masacre de Newtown sobre la sociedad estadounidense.
"Tenemos una cultura de la violencia y toda una generación que fundamentalmente se ha desensibilizado. Tenemos que encontrar la manera de cambiar esto", explicó Manchin.
Y la opinión pública coincide mayoritariamente con él.
Según una encuesta de CNN/ORC, citada por EFE, el 86% de los estadounidenses está a favor de chequeos de antecedentes universales para los que adquieran armas.
Pero el consenso no es tan amplio sobre el resto de las medidas propuestas por Obama y, por eso, la aprobación de todo el paquete de reformas es aún incierta.
El líder de la mayoría oficialista en el Senado, Harry Reid, anunció el martes que este jueves irán al pleno de la Cámara Alta y buscarán los 60 votos necesarios para dar inicio al debate de las reformas.
Según los últimos cálculos difundidos en la prensa estadounidense, Reid y los demócratas habrían conseguido el apoyo de suficientes legisladores republicanos para evitar el bloqueo opositor y abrir el debate.
Fuente: Télam