Lo que, según algunos, eran unas simples manchas en el cemento atrajeron la atención de la prensa y los investigadores de la época hasta convertirlas en el fenómeno paranormal más conocido de España.
La muerte en 2004 de María Gómez, su propietaria, a los 85 años, hizo pensar que dejarían de surgir pero, por contra, los rostros continuaron apareciendo ocho meses después y lo hicieron, además, en otra casa, propiedad de dos sobrinas de la fallecida.
En esa vivienda, en la que nació y vivió María durante 22 años, es donde se encuentra la habitación que, después de haber estado precintada seis meses, fue visitada hoy por la notaria que levantó el acta, acompañada del equipo de investigadores, medios de comunicación y familiares de la difunta.
Al abrir la puerta, pudieron ver una serie de pequeñas manchas en una pared blanca, picada y enlucida por un albañil antes de que se cerrara.
El presidente del Grupo de Investigaciones Parapsicológicas de Bélmez (GIPB), Diego Fuentes, las calificó de "pequeñas teleplastias sorprendentes" y anunció que las investigará para intentar determinar su origen.
No es la primera vez que se sellan habitaciones en relación a la aparición de las caras.
Hace seis años ya se realizó un precinto bajo certificación policial y hace 38, otro con control notarial.
Las caras continúan siendo un tema de conversación habitual en Bélmez, un pueblo de menos de 2.000 habitantes, tanto por el aspecto parapsicológico como por la apertura de un centro de interpretación este año, con un presupuesto de 900.000 euros (más de un millón de dólares) aportados, en su mayoría, por fondos europeos.
Fuente: infobae.com