Y prosiguió: "Antes de Alemania, el Fondo Monetario Internacional (FMI) congeló su ayuda hasta después de la elección. Es inconcebible. De esta forma, los eternos hambreadores de pueblos, caricaturizaron aún más su imagen".
La reacción del veterano líder ecologista franco alemán se suma a la de otros dirigentes europeos que esta semana acusaron a Alemania de impulsar una campaña de miedo para hacer creer que Grecia dejaría el euro si Syriza ganara las elecciones anticipadas del 25 de enero.
Pese al debate creado sobre la permanencia de Grecia en la eurozona y el futuro de la moneda comunitaria, ni Syriza ni su líder, Alexis Tsipras, proponen abandonar el euro de llegar al poder, pero sí anticipan, desafiando la política impuesta por Alemania tras la crisis europea de 2009, terminar con el ajuste.
Su campaña se basa en renegociar los términos y metas neoliberales -recorte del gasto, baja de salarios y jubilaciones- de los "rescates" financieros acordados entre los anteriores gobiernos griegos y la llamada troika de acreedores internacionales, compuesta por el FMI, la CE y el Banco Central Europeo (BCE).
Hoy, Tsipras, en un post publicado en el sitio griego del diario online estadounidense The Huffington Post, dijo que "Grecia está en la cúspide de un cambio histórico".
"Syriza ya no es sólo una esperanza para Grecia. También es la expectativa de un cambio de rumbo para toda Europa. Porque Europa no saldrá de la crisis sin un cambio político, y la victoria de Syriza reforzará los movimientos de cambio", afirmó el joven dirigente político griego.
Ayer, Pablo Iglesias, el líder del ascendente partido izquierdista español Podemos, heredero de los "indignados" por la crisis europea y la responsabilidad de gobiernos, bancos y grupos económicos, fustigó a Alemania por inmiscuirse en las elecciones de Grecia y dijo que los comicios serán una opción entre Tsipras y la canciller alemana, Angela Merkel.
Cohn-Bendit buscó hoy contrarrestar la visión de muchos en Europa de que la crisis de deuda que de Grecia se esparció a otros países de la periferia del continente fue consecuencia de la corrupción, la prodigalidad y el desgobierno de los propios griegos.
"En Alemania y Francia tenemos tendencia a mirar a todos desde arriba. Grecia tiene problemas y corrupción porque había fuerzas corruptibles de empresas alemanas y francesas que iban a vender armas o comprar bonos. La responsabilidad es compartida, hay errores griegos y de Europa y esto debe comprenderlo Europa", enfatizó el dirigente franco alemán.
Ayer, el influyente semanario político alemán Der Spiegel afirmó -citando fuentes anónimas- que Merkel juzga como "casi inevitable" una eventual salida de Grecia de la zona euro si Syriza llega al poder y pretende una quita de deuda o una renegociación del programa del "rescate".
Antes, el vicecanciller y ministro de Economía alemán, Sigmar Gabriel, había asegurado que la eurozona "no se deja chantajear" y el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, advirtió que "será difícil seguir ayudando a Grecia si ella toma otro camino".
Acto seguido, el euro se desplomó a su menor nivel en cuatro años y las bolsas de Europa sufrieron fuertes pérdidas, lo que obligó a la propia Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la Unión Europea (UE), a reafirmar que la pertenencia de Grecia, y de cualquier otro Estado, a la unión monetaria europea es "irrevocable".
También ayer, en una entrevista radial el presidente francés, Francois Hollande, se mostró mas moderado.
"Los griegos son libres de decidir soberanamente su gobierno. En cuanto a la pertenencia de Grecia a la zona euro, son solo los griegos quienes deciden. No hay que opinar de más", sostuvo Hollande en la radio France Inter.
Sin embargo, pocas horas después el Comisario europeo de Asuntos económicos, el socialista francés Pierre Moscovici, quien fue el primer ministro de Economía de Hollande, llamó a los dirigentes políticos griegos a "mantener el proceso de reformas".
Las presiones continuaron hoy con el presidente de la Comisión Europea para el Empleo y el Crecimiento, Jyrki Katainen, quien dijo que Grecia, como otros países, necesita continuar con reformas que favorezcan el crecimiento, aunque aclarando que corresponde a los griegos decidir democráticamente su futuro.
"Esta campaña europea contra la soberanía Grecia es estratégicamente suicida, porque seguramente tendrá un efecto inverso y potenciará a Syriza", auguró hoy Cohn-Bendit.
"Seamos honestos. Grecia está mejor, pero castigando a los más pobres, es normal que quieran renegociar. Lo que propone Syriza, lo propuso Hollande en su campaña, pero después él no se animo a plantarse ante Merkel", agregó el dirigente.
También el diario francés Le Monde denunció hoy "la retórica del caos" reinante en la prensa europea y la del propio primer ministro griego, el conservador Antonio Samaras, quien el lunes afirmó: "El pueblo no nos va a dejar regresar a la crisis".
Un sondeo publicado ayer por el diario griego Eleftheros Typos ratificó a Syriza como favorito con una intención de voto del 30,4%, a poco más de tres puntos porcentuales de Nueva Democracia, la fuerza de Samaras.
De finalizar victorioso pero sin mayoría absoluta, Syriza se vería obligado a realizar alianzas para poder gobernar.
Fuente: Télam