Scipione señaló que aún investigan al atacante, pero pudo confirmar que se trata de un adolescente de 15 años sin antecedentes penales, nacido en Irán, de origen kurdo-iraquí y que visitó una mezquita antes del ataque.
Poco después del ataque el agresor ha sido identificado como Farad Jabar Jalil Mohamad.
"Tenemos información suficiente que indica que actuó solo", señalaron fuentes policiales a la cadena australiana ABC, al tiempo que el diario Daily Telegraph reportó que el chico era un australiano naturalizado que había llegado a ese país como refugiado, según la agencia DPA.
El suceso comenzó cuando el joven vestido de negro se aproximó disparando una pistola que llevaba en la mano a la comisaría central en el barrio de Parramatta.
Los agentes de guardia en la delegación y compañeros que se encontraban en la entrada respondieron a la agresión y mataron al provocador.
Una de las balas disparadas por el atacante acabó con la vida de Curtis Cheng, empleado desde hacía 17 años en el departamento administrativo de la Policía.
El primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, señaló que el incidente es "doblemente estremecedor" porque lo perpetró un adolescente y porque "destaca la importancia de que las familias, la comunidades, los dirigentes estén atentos a la radicalización de la juventud", reportó la agencia de noticias EFE.
Australia, que participa de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que bombardea Irak, extendió el 9 de septiembre su intervención militar a la vecina Siria, elevó la alerta por "terrorismo" a su punto más alto en septiembre de 2014.
Desde entonces, según las autoridades han evitado varios atentados planeados por yihadistas, mientras varios centenares de ciudadanos se han unido como combatientes al Estado Islámico (EI) en Irak y Siria.
Fuente: Télam