El camión, de 7,5 toneladas de una empresa de alimentaria y con matrícula húngara, pertenecía a un búlgaro de origen libanes y fue hallado abandonado en una zona especial para vehículos averiados del arcén de la autopista A4, cerca de la localidad de Parndorf (Austria).
Se calcula que las víctimas llevaban muertas entre 36 y 48 horas y que el vehículo estuvo parado durante más de 20 horas. El camión fue visto el miércoles en los alrededores de Budapest (Hungría) y se cree que entró a territorio austriaco en la noche del miércoles al jueves, por lo que los migrantes ya habrían fallecido cuando el vehículo fue estacionado en la cuneta.
"A primera vista no fue posible calcular el número de cuerpos", apuntó el pasado jueves el director de la policía de Burgenland, el Estado federado en el que apareció el vehículo, quien remarcó que, cuando llegaron los agentes al lugar, del camión salía un líquido propio de la descomposición de los cuerpos. Una vez recuperados, los cadáveres fueron trasladados al centro de medicina forense de la capital del país, Viena, donde se trató de determinar la causa de la muerte. La policía de Hungría ha enviado a varios agentes para cooperar con sus homólogos austriacos.
"Esta tragedia nos ha conmocionado a todos", afirmó la ministra del Interior del país centroeuropeo, Johanna Mikl-Leitner. "Los traficantes de personas son criminales que solo buscan el lucro", añadió.
Fuente: Télam
