El objetivo del ataque fue un sistema móvil de misiles tierra-aire y un puesto de artillería antiaérea localizados unos 400 kilómetros al sudoeste de Bagdad, por debajo del paralelo 33, dentro de la llamada zona de exclusión aérea, según las fuentes militares estadounidenses.
En 1991, tras la guerra del Golfo, Estados Unidos y el Reino Unido establecieron de facto -sin una resolución de la ONU- dos zonas de espacio aéreo vedadas a la aviación iraquí, una al sur y otra al norte del país, desde donde luego comenzaron a bombardear casi a diario los territorios subyacentes. (Télam-SNI)