"Tener que recortar puestos de trabajo es la parte más difícil de nuestro trabajo para reconstruir el RBS y repagar a los contribuyentes su ayuda. Nosotros seguimos tomando medidas de eficiencia", indicó el banco en un comunicado.
Según la agencia de noticias ANSA, el sindicato Unite calificó la pérdida de empleos como un "horror", y adelantó que evaluará convocar a una huelga en el sector.
El RBS ya había anunciado en 2009 el despido de 4.000 empleados, en un intento por sanear sus cuentas, luego de obtener en 2008 pérdidas por 37.000 millones de dólares, las mayores en la historia financiera de Gran Bretaña.
Desde entonces logró reducir sus cuentas en rojo y confirmó que en la primera mitad de 2010 generó ganancias por 1.750 millones de dólares.