Las 30 explosiones, según el recuento de los periodistas presentes en Bagdad y testigos, se escucharon en cuatro olas de ataque, informó la agencia italiana ANSA.
El cielo de Bagdad comenzaba al amanecer a recuperar su calma, luego del tono anaranjado que le había dado a la ciudad un par de días de tormenta de arena que dificultaron los ataques de los aviones.
En los últimos diez impactos entró en acción la artillería antiaérea de las fuerzas iraquíes. (Télam-SNI)