"Ninguna potencia extranjera debería decidir el futuro político de Irak", afirmó Gurel, quien reclamó una solución pacífica a la crisis tras una reunión con su par iraní en Teherán, informó la cadena estatal IRIB.
Miembros de la delegación turca explicaron que Ankara teme que un ataque norteamericano refuerce la independencia y poderío militar de los kurdos en el norte de Irak, lo que podría convertirse en un problema para la vecina Turquía, que combate desde hace años a los rebeldes kurdos del PKK. ( Télam-SNI)