La jornada electoral se caracterizó por una alta afluencia electoral que ascendería al 70% del padrón, una cifra histórica que terminaría con décadas de una gran abstención electoral. Había 17,6 millones de personas habilitadas para votar en todo el país sudamericano.
La vicepresidenta del CNE, Sandra Oblitas, calificó la jornada de "positiva" y dijo que se observó amplia participación. Aseguró que el pueblo cada vez está más familiarizado con el proceso de votación.
Insistió que luego de que el ente comicial emita el primer boletín serán las Juntas Electorales quienes adjudiquen resultados. También indicó que el máximo ente comicial emitirá resultados y no proyecciones.
"El CNE estará dando el primer boletín con la información general del resultado que se haya producido al momento en que éste sea estrictamente irreversible", indicó.
A su vez, los comicios transcurrieron con normalidad y calma, excepto casos aislados. Hubo 16 detenidos por haber " roto el comprobante de votación" que arroja las máquinas para una posterior auditoría del escrutinio automatizado, explicó Rangel en una rueda de prensa, en la segunda evaluación de la jornada electoral.
Sobre un número no precisado de personas denunciadas por hacer proselitismo en las afueras de los centros receptores del voto, Rangel dijo que "fueron capturados" y, tras ser llevados a los destacamentos, "donde recibieron la charla correspondiente, ahora nuevamente están en la calle".
Marginados en 2005 por su propia voluntad de las elecciones parlamentarias, la oposición estuvo ausente todos estos años del debate legislativo en la unicameral Asamblea Nacional, donde la única oposición al proyecto de Chávez fue un pequeño grupo de disidentes.
El oficialismo apuesta a mantener al menos dos tercios de los 165 curules para continuar profundizando la llamada " revolución bolivariana", como para la oposición, que aspira a volver con fuerza al Parlamento para frenar el proyecto chavista.
El régimen se fijó el objetivo de lograr al menos dos tercios de los bancas (110 diputados), porcentaje que les permitiría aprobar sin obstáculos leyes orgánicas y designar a los titulares de los otros poderes del Estado, como al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, contralor de la República o al Fiscal, entre otros.
Para estas elecciones no obligatorias, la oposición acudió aglutinada en una heterogénea concertación de partidos, la Mesa de la Unidad Democrática, con la que logró presentar una sola lista de candidatos.
Los más recientes sondeos daban una ligera ventaja para el oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), lo cual le otorgaría automáticamente dos tercios de los escaños, o incluso mostraban un empate entre el chavismo y sus detractores.
Fuente: Infobae