Chávez reveló que aceptó involucrarse otra vez en esa cuestión luego de que se lo pidiera el gobernador del estado (provincia) estadounidense Nuevo México, Bill Richardson, quien lo visitó anoche, informó hoy la agencia noticiosa venezolana ABN.
"Anoche conversé con Richardson; vino a hablar sobre el tema de los norteamericanos que están en manos de las FARC y del proceso humanitario, que se ha tornado muy difícil, muy complejo, pero aun así yo le dije que estoy dispuesto a ayudar", dijo el mandatario en su programa dominical de televisión "Aló Presidente".
Explicó que una de esas dificultades radica en que perdió los contactos que tuvo con las FARC. "Nosotros perdimos contacto con las FARC; habíamos elaborado un sistema de contactos que fue pulverizado, pero estaremos pendientes de que vengan mejores oportunidades", afirmó el presidente.
Sin embargo, reiteró que sigue "pensando que en Colombia la paz es posible, que habrá paz en Colombia".
Chávez confirmó su predisposición a "ayudar" nuevamente a las gestiones en procura del "canje humanitario" sólo después de que anoche la anunciara Richardson, al cabo de la reunión que mantuvieron en el Palacio de Miraflores, sede del gobierno venezolano.
"El presidente Chávez me ha dicho que está dispuesto a ayudar en esta situación del acuerdo humanitario y ha aceptado el papel de simplemente ayudar", declaró Richardson.
El gobernador estadounidense declaró que procura "ayudar a los secuestrados, no sólo a los norteamericanos sino a los franceses y a los colombianos", para lo cual pidió "la ayuda del gobierno de Venezuela, del presidente Chávez, que ha tenido éxito en liberar secuestrados".
"Vine a restablecer mis relaciones con mis amigos aquí y no puedo hablar de lo que discutimos; simplemente digo que soy optimista de que podamos reanudar la discusión sobre el acuerdo humanitario", agregó.
No obstante, un rato antes de recibir a Richardson, Chávez se había manifestado escéptico sobre la posibilidad de volver a intervenir en la cuestión de los rehenes de las FARC.
"Lo voy a oír pero no sé si podré seguir ayudando en este tema porque para que uno ayude hace falta que las partes que están en el problema quieran o acepten la ayuda, o ayuden a que se ayude, por decirlo de alguna manera; voy a oírlo a ver cómo podríamos nosotros ayudar, ojalá pudiéramos ayudar", dijo, según reportó la agencia noticiosa alemana DPA.
"Yo sólo me inmiscuí cuando las dos partes me pidieron que lo hiciera, pero basta que una de las partes diga que no, entonces respeto a Colombia, ese es su problema, aun cuando donde quiera que sufra alguien uno sufre también; ahora, yo no puedo ir a las selvas de Colombia a rescatar a aquella gente", añadió antes del encuentro.
La preocupación principal de Richadson es la situación de Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell, tres ciudadanos estadounidenses retenidos por las FARC desde 2003 e integrantes del grupo de 39 rehenes considerados "canjeables" por la organización guerrillera.
La mediación de Chávez permitió la liberación de seis rehenes a comienzos de este año -dos en enero y cuatro en febrero-, pero luego las FARC anunciaron que no soltarían a otros secuestrados hasta que no se acuerde el canje, por el que aspiran a recuperar a unos 500 guerrilleros presos, incluidos dos en Estados Unidos.
Al respecto, el comandante de las FARC conocido como Iván Márquez declaró en una nota publicada hoy por el periódico argentino Perfil que las posibilidades de continuar liberando rehenes unilateralmente están "clausuradas" y que Chávez es "la única esperanza" para rescatar a la ex candidata presidencial colombiana Ingrid Betancourt.
Según Márquez, Chávez "ha desarrollado un esfuerzo desinteresado para concretar el canje" y por ello el presidente de Colombia, Alvaro Uribe, "ha pretendido sacarlo de la intermediación, aunque es la única intermediación que ha podido mostrar resultados concretos".(Telam)