Además aseguró que la administración Obama sólo quiere socavar las riquezas naturales de Libia. "Esta gente anda a la caza, como los caimanes. Bueno, pido perdón a los señores caimanes. Andan a la caza, donde sea que vean una oportunidad sacan las garras".
El presidente de Venezuela tiene una relación de amistad personal con el dictador libio, responsable de una matanza indiscriminada de opositores a lo largo de cuatro décadas.
Sus largas charlas, cenas y fiestas se han transformado en una nutrida fuente de noticias para la prensa bolivariana. En el último viaje de Khadafi a Caracas, con motivo de la Cumbre América del Sur-África, desarrollada en septiembre de 2009, el anfitrión aprovechó para homenajearlo. En aquella oportunidad, le otorgó la orden Libertador Simón Bolivar, la más alta distinción del Gobierno, y hasta lo llamó "el libertador de Libia".
Para Chávez, "se teje una campaña de mentiras" y defiende a su amigo de todas las acusaciones internacionales. "No me consta que haya mandado a masacrar a los opositores libios". El venezolano incluso comparó la situación con los acontecimientos del 11 de abril de 2002, cuando un golpe de Estado lo desplazó de Miraflores por dos días y fue "acusado por algunos de ser un asesino que había ordenado matar a ciudadanos indefensos durante los enfrentamientos que estallaron en aquel momento", recordó.
Apoyo del ALBA
Tras una reunión de cancilleres del bloque regional, los países miembros anunciaron su respaldo a la propuesta venezolana de crear "una comisión de amigos de Libia para mediar en el conflicto y pacificar la zona sin intervención militar", según detalla el comunicado oficial. El texto también detalla que el objetivo de esta misión es "evitar la agresión militar de la OTAN".
La propuesta de Caracas ha sido rechazada por los opositores libios y por países occidentales como Italia, Francia y los EEUU. Todos ellos consideran que la propuesta bolivariana podría transformarse en una vía de escape para Khadafi.
Chávez no asimiló de buena manera la negativa de los países occidentales y lanzó una dura advertencia: "Una intervención militar les puede salir muy cara a los europeos, y a los yanquis, pero más a los europeos". (Infobae)