"Los diez hombres que le pegaron diez balazos a mi papá están libres. Me escribió uno de ellos una vez, me mandó un mail: ’Te quiero conocer’ me puso. Y otro me puso que tenía la pistola que pertenecía a mi papá, porque los que lo mataron le robaron su arma", sostuvo Enríquez-Ominami en una entrevista con el diario La Tercera, citado por la agencia Ansa.
La pistola "me la quería vender, por plata, por 20 millones de pesos (unos 37.000 dólares), porque todos estos hombres que fueron de la DINA quedaron a la deriva y deben estar hoy completamente cesantes, nadie les debe dar la mano", declaró el candidato presidencial.
En la misma entrevista, el diputado Enríquez-Ominami recordó un incómodo encuentro en 1987, en un teatro, entre su padre adoptivo Carlos Ominami, actual senador, y uno de los generales que torturó al padre de Ominami.
"Estábamos sentados en la fila cuatro y en la fila uno había alguien. Mi papá se puso muy nervioso. Mi mamá se me acercó y me dijo que era el hombre que torturó al papá de Carlos", relató Enríquez-Ominami.
"Mi abuelo -el ex coronel de la Fuerza Aérea Carlos Ominami Daza- quedó mudo por las torturas, perdió la lengua porque le pusieron corriente de electricidad en la lengua sus mejores amigos. Ahí me enamoré de nuevo de mi papá. El se paró y se fue, porque no quiso hacer lo que habría correspondido e ir a enfrentar al tipo", manifestó el actual diputado.
Fuente: Telam