"Intentó conseguir dinero de forma corrupta con información delicada y muy perjudicial", declaró el juez Adrian Fulford.
Casburn llamó al News of the World, el 11 de septiembre de 2010, cuando la Policía se encontraba en las primeras fases de la investigación sobre las denuncias de periodistas que habían accedido ilegalmente a mensajes de voz de teléfonos celulares.
De acuerdo con los fiscales, la inspectora hizo la llamada telefónica para pedir dinero a los responsables del periódico a cambio de frenar la investigación, consignó la agencia Europa Press.
El motivo que la llevó a cometer este delito fue, según la Fiscalía, que ella tenía la sensación de que sus compañeros policías la marginaban.
Casburn negó que pidiese dinero y afirmó que su intención era dar un toque de atención ante el desperdicio de los recursos antiterroristas que se estaban invirtiendo en este caso, en lugar de dedicar esfuerzos a prevenir "nuevos ataques terroristas".
Sin embargo, el juez advirtió que sus acciones no podrían ser tenidas en cuenta como informante y si no fuera porque está en proceso de adoptar a un niño, sería condenada a tres años de cárcel.
"En caso de que News of the World hubiese aceptado su oferta, yo tengo claro que la señora Casburn habría aceptado el dinero, lo que habría sido una importante amenaza para la integridad de la investigación policial", declaró el juez Fulford.
Ahora, los detectives ya no investigan sólo estas acusaciones, sino también si los periodistas sobornaron a distintos funcionarios públicos, incluídos agentes de policía, a cambio de información exclusiva.
Rebeca Brooks, antigua directora de News of the World y presidenta ejecutiva de la empresa del multimillonario Murdoch, News International, fue acusada en mayo de 2012 de interferir en la investigación policial.
Esa fue la primera acusación desde que la policía inició una investigación en enero de 2011 sobre las denuncias de que los periodistas del tabloide escuchaban de manera ilegal el buzón de voz de celebridades, políticos y víctimas de la delincuencia.
Otro de los acusados fue Andy Coulson, antiguo jefe de prensa del primer ministro británico, David Cameron.
Coulson fue director de comunicación del Partido Conservador, un puesto desde el cual ayudó a Cameron a convertirse en primer ministro en julio de 2007, solo seis meses después de renunciar como director de News of the World.
Miembros de la oposición afirmaron en aquella oportunidad que Cameron nombró a Coulson para asegurarse el apoyo de Murdoch, dueño del tabloide, por lo que fue duramente criticado.
Las responsabilidades de Coulson y Brooks, amiga del primer ministro, en el caso de las escuchas, derivó en un escándalo político nacional.
Este caso puso de manifiesto la connivencia entre la prensa británica, los políticos y la policía, lo que para muchos impidió que estas prácticas ilegales fueran detectadas desde mucho tiempo antes.
Fuente: Télam