El funcionario policial señaló, además, que no hay indicios que apunten a que haya más de un responsable de los atentado contra una sinagoga y contra un acto a favor de la libertad de expresión.
El primer tiroteo ocurrió en un centro cultural donde estaban presentes el embajador francés en Dinamarca y el artista sueco Lars Vilks, que vive bajo protección policial por amenazas de grupos islamistas tras publicar hace años una caricatura de Mahoma como un perro.
En el incidente una persona de 55 años falleció y tres agentes resultaron levemente, hecho en el que las autoridades no pudieron determinar aún si Vilks era el objetivo.
El otro atentado ocurrió junto a la sinagoga de Copenhague, donde falleció de un disparo en la cabeza un joven judío que hacía guardia mientras en el interior se celebraba un evento de "bar mitzvá" (similar a la comunión en el cristianismo), según declaró al canal TV2 News Danel portavoz de la comunidad judía de Dinamarca, Rosenberg Asmussen.
El individuo no logró entrar en el interior del edificio, aunque logró herir a dos policías, que se encuentran fuera de peligro.
La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) condenó los atentados y afirmó que "el terrorismo no tiene religión ni nacionalidad".
"Condenamos enérgicamente el ataque terrorista que tuvo lugar en Copenhague", dijo en un comunicado el jefe del Departamento de Negociaciones de la OLP, Saeb Erekat, para quien "los ataques contra civiles son totalmente injustificables tanto si lo perpetran individuos extremistas, grupos o gobiernos extranjeros".
Fuente: Télam