"El primer ministro fue liberado y se encuentra en buen estado de salud", dijo el vocero, quien subrayó que Zidan no había sido puesto en libertad por sus captores, dando a entender que su liberación se produjo gracias a un intervención de las fuerzas de seguridad.
La primera duda la instaló el propio Yehia al revelar que el premier fue secuestrado por un cuerpo de seguridad dependiente del Ministerio de Interior.
El cuerpo de seguridad, conocido como "La lucha contra el crimen", formado por antiguos rebeldes dependientes del Ministerio de Interior, reivindicaron el secuestro y aseguraron que se trataba de una "detención".
Según los secuestradores, Zeidan está acusado de atentar contra la seguridad del Estado.
El propio Zeidan, según informa la agencia de noticias Europa Press, reveló que el objetivo de quienes lo secuestraron era su dimisión del cargo.
"Estoy bien gracias a Dios", declaró Zeidan. "Si el objetivo de la operación del secuestro era que presentara mi dimisión, entonces no pienso dimitir", advirtió.
"Estamos avanzando poco a poco, pero en la dirección correcta", agregó en defensa de la gestión de gobierno que encabeza.
De acuerdo a lo informado por el vocero gubernamental, el premier había sido secuestrado a primera hora de la mañana en el hotel Corintia, de Trípoli, por un grupo de hombres con armas ligeras y de calibre medio a bordo de 15 vehículos.
La agencia libia Al Tadhamun, en tanto, señaló que ex revolucionarios que lucharon contra Muammar al Kaddafi se encargaron de "liberar" al jefe de gobierno, aunque se desconoce si hubo enfrentamientos, lo que torna aún más oscuro al hecho.
Su liberación se produjo poco después de que el Ejecutivo libio exigiera el fin del secuestro en un comunicado leído por el ministro de Justicia, Salah al Margani.
"Los secuestradores tienen que asumir la responsabilidad legal, moral y nacional de la seguridad personal del primer ministro y la obligación de liberarlo inmediatamente", había advertido Al Margani.
Asimismo, el ministro aseguró que sus captores "tendrán que responder por sus actos ante la justicia", según informa la agencia de noticias EFE.
Muchos libios creen que Zeidan es responsable del secuestro del fundamentalista islámico Abu Anas al Libi por parte de un comando estadounidense el pasado sábado en Trípoli.
La acción fue condenada como una violación de la soberanía incluso por los libios que no simpatizan con la red Al Qaeda.
Dos años después del triunfo del levantamiento popular armado y la intervención extranjera encabezada por EEUU que en 2011 puso fin al régimen de Kaddafi, el Gobierno libio sigue siendo incapaz de imponer su autoridad.
En gran parte, esa imposibilidad tiene que ver con la proliferación de armas y la existencia de milicias semiautónomas formadas por ex rebeldes, así como por la debilidad de los aparatos de seguridad.
Fuente: Télam
