La ofensiva insurgente en el campamento de refugiados palestinos de Yarmouk, en el sur de Damasco, comenzó el viernes pasado y tiene como fin expulsar del lugar a una facción armada palestina leal a Al Assad.
El vocero del insurgente Ejército Libre Sirio (ELS), Fahd al Masri, afirmó hoy a la agencia de noticias EFE que los combatientes insurrectos se hicieron anoche con el control de Al Yarmuk "tras intensos enfrentamientos con las fuerzas de Al Asad, que lo bombardearon con artillería pesada, misiles y aviones".
El grupo opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Londres, y activistas que residen en el campamento dijeron que aviones de combate bombardearon el lugar en horas de la tarde, aunque no hubo reportes inmediatos de víctimas, informó la cadena CNN.
El domingo, el campo ya fue blanco de ataques aéreos que dejaron ocho muertos y, el lunes, el secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, expresó su preocupación por la muerte de refugiados palestinos en Al Yarmouk.
Al Masri agregó a EFE que hubo muchas deserciones en las filas del Frente Popular para la Liberación de Palestina-Comando General (FPLP-CG), dirigido por Ahmad Yibril, que se unieron a la revuelta contra Al Assad, que comenzó en marzo de 2011.
La agencia de noticias palestina Maan informó de que los combates se intensificaron el sábado pasado cuando los opositores sirios ganaron terreno en el campo y forzaron a Yibril, alineado con el régimen, a abandonar Damasco junto a su hijo.
Unos 500.000 refugiados palestinos residen en Siria, de los que más de 150.000 residen en Al Yarmouk, según datos de la ONU.
Sin embargo, más de la mitad de sus habitantes han abandonado sus casas por los bombardeos, indicó Maan.
Pese a que los rebeldes han tomado el control del campo, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos destacó que todavía continúa el desplazamiento de refugiados por temor a que estallen nuevos choques.
La agencia de noticias nacional siria SANA reveló que el canciller sirio, Walid al Mualem, mantuvo ayer una conversación telefónica con el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre la situación en Al Yarmouk.
Al Mualem le dijo al responsable de la ONU que durante los últimos cuatro días supuestos grupos terroristas armados del Frente al Nusra, que combate al gobierno, entraron en el campo, donde conviven palestinos y sirios.
Los supuestos terroristas bombardearon algunos vecindarios con artillería, además de una mezquita y un hospital.
El ministro aseguró que el Ejército sirio no entró en el campo y que los choques fueron entre unidades de los comités populares palestinos y los atacantes, que están equipados con armas y financiados por países vecinos.
Al Mualem subrayó que Siria ha proporcionado durante décadas un apoyo a los palestinos que ningún otro país les ha prestado y les pidió que no respalden a los grupos armados.
Los opositores y la ONU estiman que unas 40.000 personas murieron en Siria por la guerra civil, que también causó una terrible crisis humanitaria.
En Ginebra, el Programa Alimentario Mundial (PAM) de la ONU dijo que unos 2,5 millones de personas necesitan asistencia alimentaria en Siria, pero que sólo logra entregar comida a 1,3 millones aunque cree posible poder llegar a los 1,5 millones a finales de diciembre.
Así lo anunció la portavoz del PAM, Elisabeth Byrs, quien oficializó con su anuncio una petición realizada el pasado octubre por la Media Luna Roja, la principal entidad colaboradora de las agencias de las Naciones Unidas sobre el terreno.
Estos 2,5 millones de personas que necesitan asistencia alimentaria se incluyen en los 4 millones de personas que según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitario de la ONU (OCHA) precisan ayuda.
De éstos, según la OCHA, dos millones son desplazados internos.
La situación se deteriora cada día para la población civil, que ha visto cómo los precios del combustible, de la harina y del pan se han doblado e incluso, en alguno casos como en la norteña ciudad de Alepo, se cuadruplicaron.
Fuente: Télam