Varios miles de refugiados ingresaron hoy desde Serbia a Croacia de forma ilegal e incontrolada, informaron los medios de comunicación croatas.
Según datos del Ministerio del Interior croata 2.400 refugiados ingresaron en el país desde la medianoche.
El número de llegadas es tal que han sido bloqueadas todas las rutas locales en la zona fronteriza entre Croacia y Serbia, informó la agencia de noticias croata Hina.
Los refugiados llegan a las ciudades de Tovarnik y Bapska, en el extremo este del país, en la frontera serbia.
La policía orienta el paso de los que entran por senderos ilegales hacia el centro de recepción de refugiados abierto ayer en la
cercana localidad de Opatovac, donde había al mediodía de hoy unos 2.500 inmigrantes, informó la agencia de noticias EFE.
La cantidad de migrantes era tan grande que se vivieron escenas de tensión entre los refugiados y la policía croata.
Los problemas en Opatovac comenzaron por la madrugada cuando decenas de migrantes y refugiados recién llegados se agolparon en la entrada de centro de registro, desbordando a las autoridades y a la policía.
Aumentando el caos, gente que estaba dentro del campamento comenzó a pugnar por salir y a quejarse de que se les había prometido que se los dejaría ir en 24 horas para que pudieran continuar su viaje hacia el norte de Europa, el destino preferido de la mayoría.
La policía trataba de contener a ambas multitudes a uno y otro lado de la reja de entrada, en medio de empujones y golpes y en un clima de gran tensión.
Según algunos medios locales, el enorme flujo de refugiados a Croacia es probablemente "el comienzo de las contramedidas" anunciadas por el gobierno serbio en represalia por la decisión de Croacia de cerrar la frontera para el tránsito de camiones.
"No existe ninguna explicación racional para parar la circulación de mercancías en una de las arterias principales", declaró hoy el ministro de Justicia serbio, Nikola Selakovic.
Serbia asegura que el cierre del paso de Bajakovo/Batrovci, en la autopista que une Belgrado y Zagreb, causa enormes daños a su ya maltrecha economía.
Croacia cerró el viernes todos los pasos fronterizos hacia Serbia (excepto Bajakovo) por la entrada de refugiados, una medida que, sin embargo, no frenó el ingreso de los migrantes.
Desde el domingo, Bajakovo está cerrado al transporte de carga, de modo que ante la frontera croata se han formado colas kilométricas de camiones.
Atascos similares se ven asimismo en el oeste del país, en la salida de Croacia hacia Eslovenia, que también ha cerrado el transporte para camiones y trenes hacia Croacia.
La noche pasada, el primer ministro serbio, Aleksandar Vucic, pidió a Croacia que retire esa "decisión irresponsable".
"En caso contrario, debido a la violación de numerosos acuerdos bilaterales e internacionales, nos veremos obligados a pedir por vía jurídica protección para nuestro país", dijo.
"¿Qué se creen ellos, que nosotros dejemos pasar a todos (los camiones) mientras ellos ni contestan al teléfono para explicar de qué se trata?", se preguntó Vucic.
El ministro del Interior croata, Ranko Ostojic, dijo anoche a la televisión croata RTL que el cierre es una respuesta a que Serbia transporta de forma organizada todos los refugiados desde la frontera macedonia hasta Croacia, mientras mantiene dos pasos fronterizos abiertos con Hungría.
"Los pasos fronterizos pueden abrirse en una hora, pero Serbia con anterioridad debe cambiar la política de transportar a todos los refugiados solo hacia Croacia", dijo el ministro croata.
El primer ministro croata, Zoran Milanovic, comentó anoche en RTL que Serbia no tiene derecho de acusar a Croacia.
"Yo nunca he acusado a Serbia, aunque se trata de un país que desde hace meses no controla su frontera. No lo hago ni hoy.
Pero Belgrado nos viene acusando desde el comienzo de esta crisis, aunque ellos no funcionan como Estado. Toda esa gente no viene de Madagascar, sino desde Serbia", comentó Milanovic.
Fuente: Télam