El temor no es infundado, ya que estos episodios se suman al perpetrado el 19 de marzo que cobró una víctima en Bolonia, el profesor Marco Biagi, asesor del gobierno del premier Silvio Berlusconi que trabajaba en la reforma del mercado de trabajo.
Si bien los investigadores no dieron precisiones sobre el origen del hecho, la colocación de las bombas podría estar relacionada con un acuerdo entre algunos sindicatos y la Fiat para despedir personal. El gremio más fuerte de Italia, la CGIL, había rechazado firmar el acuerdo. (Télam-SNI).-