Luego de la explosión, los atacantes comenzaron a correr y lanzaron la segunda granada mientras huían. Estalló cerca de un puesto ambulante de remeras, gorras y banderas opositoras, informó la agencia de noticias EFE.
Taworn Senneam, exdiputado del Partido Demócrata y responsable de los manifestantes en el Monumento a la Victoria, declaró a la prensa que una de las teorías es que el ataque estaba dirigido contra él ya que la primera granada iba dirigida contra el sitio donde se encontraba sentado.
La primera ministra Yingluck Shinawatra rechazó todos los actos de violencia hasta ahora y dio la orden expresa de no reprimir las protestas, los bloqueos y las tomas de edificios.
Sin embargo, la oposición acusó al gobierno de estar detrás del nuevo atentado.
Suthep y sus simpatizantes se niegan a aceptar los nuevos comicios ya que la premier goza del apoyo de la mayoría de la población, especialmente en sectores rurales y pobres
"La condena no es suficiente. Tenemos que hacer más que condenar a las personas que están detrás de esto...el gobierno hizo esto", sentenció Sathit Wongnongtoey, un dirigente opositor que participa activamente de las protestas.
En tanto, la policía informó que las granadas son similares a la utilizada en el ataque del viernes pasado, en el que dos personas aún no identificadas lanzaron una granada desde el tercer piso de un edificio abandonado contra una manifestación opositora que marchaba por la calle de enfrente.
Al menos 36 personas resultaron heridas en ese ataque y una de las de las víctimas finalmente falleció en el hospital en la madrugada de ayer.
Al investigar el edificio abandonado, la policía encontró en una habitación armas, ropa policial y material que indica que existían planes para lanzar varios atentados.
La manifestación atacada el viernes pasado estaba encabezada por el máximo líder de las protestas, el ex vice primer ministro Suthep Thaugsuban, quien resultó ileso y reafirmó su compromiso a continuar expandiendo su protesta hasta que el gobierno renuncie y suspenda las elecciones anticipadas.
Desde noviembre pasado Suthep lidera una ola de protestas, bloqueos y tomas de edificios gubernamentales para forzar la renuncia del gobierno de la primera ministra Yingluck.
En uno de los picos de tensión que alcanzó la crisis política, que ya se cobró nueve vidas y dejó más de 500 heridos, Yingluck disolvió el Parlamento, donde tenía mayoría propia, y llamó a elecciones anticipadas.
Sin embargo, Suthep y sus simpatizantes se niegan a aceptar esos comicios ya que la premier continúa gozando del apoyo de la mayoría de la población, especialmente entre los sectores rurales y más pobres.
Por eso, el líder opositor reclama la renuncia incondicional de la primera ministra, la suspensión de los comicios anticipados y la instalación de un "consejo popular" no electo que en los próximos 12 a 15 meses reforme el sistema político y, sólo después, llame a las urnas.
Fuente: Télam
