La alerta se volvió oficial en las semanas antes de la elección cuando el Ministerio de Economía del gobierno conservador presentó un alarmante informe técnico sobre la situación financiera, en el que advirtió que Helsinki seguirá la senda de Grecia o Portugal, si el próximo gobierno no cambia de política económica.
Los centristas, que hasta ahora eran la cuarta fuerza del país, obtuvieron poco más del 23% de los votos según los primeros resultados oficiales y quedaron a más de 5 puntos porcentuales del oficialismo del partido conservador Kokoomus, del primer ministro saliente, Alexander Stubb.
El Partido Socialdemócrata (SDP) lo sigue con el 17,7 % de los votos, mientras que la fuerza ultranacionalista Verdaderos Finlandeses, del líder populista y euroescéptico Timo Soini, obtuvo el 15,8 %, la Alianza de Izquierdas un 7,8 %, los Verdes un 7,3 %, los democristianos un 4 % y el Partido Popular Sueco un 3,8 %, según informó la agencia de noticias EFE.
Los resultados finales se podrían conocer en las próximas horas.
Sipilä, el empresario de 53 años que podría convertirse en el próximo primer ministro si consigue uno o más socios para formar una mayoría parlamentaria, propone salir de la crisis económica combinando un recorte del gasto público, bajando salarios y reduciendo los impuestos directos.
En otras palabras, una receta que seguirá erosionando el estado de bienestar, que supo ser el símbolo de los países nórdicos frente al resto del mundo, y una propuesta acorde a la política de austeridad defendida por el establishment financiero de la Unión Europea y del FMI para los países en crisis en el sur europeo,
Sipilä eligió como su slogan de campaña "Arreglemos Finlandia entre todos", una propuesta que remite a una vieja costumbre finlandesa llamada "talkoot", en la que los miembros de una comunidad se ayudan unos a otros de forma desinteresada.
Sin embargo, si la experiencia en los países del sur europeo demuestra algo es que no todos los sectores de la sociedad se ayudan desinteresadamente en pos del bienestar general, especialmente cuando el ajuste es tan importante.
Según el informe publicado recientemente por el Ministerio de Economía finés, el próximo gobierno "deberá hacer ajustes por valor de 6.000 millones de euros, equivalentes al 3% del PIB".
Otro punto sensible que dominó el debate electoral fue la Defensa nacional.
Finlandia es el país de la Unión Europea que más kilómetros de frontera comparte con Rusia -unos 1.340- y el único de la región del Báltico, junto con Suecia, que no pertenece a la OTAN, la alianza creada durante la Guerra Fría para frenar la supuesta amenaza comunista.
Pese a la presión de algunos grupos, al llegar a la elección, los principales partidos habían consensuado que
Finlandia no debería solicitar el ingreso en la OTAN en los próximos años, respetando la voluntad popular mayoritaria.
Fuente: Télam