Ramírez está en prisión sin fianza en espera de que se celebre la lectura de los cargos que se le imputan en la Corte Suprema de San Diego.
Según la Policía, Ramírez llevó a su hijo al Mount Hope Cemetery. Estando allí se dedicó a realizar cortes en los brazos de uno de los pequeños, después de supuestamente escuchar la voz de su difunta abuela instándole a que lo sacrificara.
Después de hacer cortes en los brazos del niño comenzó a herirse sus propios antebrazos, dijo la Policía. Afortunadamente, dos mujeres que se encontraban en el cementerio vieron la escena y acudieron a impedir que Ramírez siguiera hiriendo al pequeño, que fue atendido en un hospital y está fuera de peligro.
Fuente: elliberal.com.ar