Con sus actividades propagandísticas y proselitistas daban mayor alcance al ideario de la organización islamista radical, a la que habían dado muestras públicas de lealtad, indicó Interior en un comunicado.
El operativo policial, a cargo de la policía nacional, tuvo lugar en la localidad de Cornellá, vecina a Barcelona, y es fruto de una investigación abierta por el Juzgado de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional de España, a cargo el magistrado Fernando Andreu.
Las nuevas detenciones se producen en el marco de una ofensiva policial coordinada en diversos países europeos para neutralizar la amenaza del Estado Islámico en reacción a los atentados islamistas contra la revista francesa Charlie Hebdo, en enero pasado en París, y otro ataque posterior en Conpenhague, Suecia.
El pasado 8 de abril, los Mossos d'escuadra (policía catalana) detuvieron a 11 personas acusadas de formar parte de una célula yihadista que pretendía atentar en Cataluña y que reclutaba combatientes para enviarlos a luchar con el EI en Siria e Irak.
La investigación judicial reveló que la célula planeaba secuestrar a una persona, ponerle el uniforme naranja que utiliza el Estado Islámico con sus prisioneros, y degollarla para mostrar en un video que se puede hacer la "guerra santa" en España.
El grupo radical se había apropiado también de sustancias químicas con las que pretendía elaborar artefactos explosivos.
El sindicado líder de la célula, un español converso identificado como Antonio Sáez Martínez, alias "Alí el Peluquero" planeaba utilizar a un neonazi para colocar una bomba en una librería judía de Barcelona, de acuerdo con la investigación del juez que lleva el caso.
Al igual que en otros países de Europa, España está centrada en neutralizar eventuales atentados y evitar la partida de futuros combatientes que pretende unirse al EI.
El Ministro del Interior español, Jorge Fernández Díaz, cifró recientemente en 115 el número de yihadistas que se habían desplazado desde España a zonas de conflicto para luchar con el Estado Islámico, de los que 14 habían regresado.
Este grupo, los "retornados", suponen una grave amenaza para Europa porque es muy difícil monitorear sus desplazamientos, según los expertos.
En los últimos tiempos las fuerzas de seguridad se han centrado en la vigilancia e investigación de las actividades de los presuntos yihadistas en las redes sociales, que funcionan como canal de captación principalmente de los jóvenes occidentales.
No obstante, las actividades de vigilancia se mantienen también en torno a las mezquitas y cárceles, que siguen siendo los "focos" más importantes de radicalización.
Fernández Díaz asegura que de las 1.264 mezquitas que hay en toda España, 98 forman parte de la línea más radical del islam, la vinculada al salafismo, y de ellas 50 están ubicadas en Cataluña.
Fuente: Télam