Cameron definió a Thatcher, muerta el lunes a los 87 años, como "una mujer extraordinaria" y destacó su relevancia para el país, explicando que "La Dama de Hierro" tiene una estatua en el Parlamento junto a líderes como Winston Churchill.
"Ella hizo historia, y que su epitafio diga: ´Ella volvió a hacer grande a este país´", comentó.
Por otro lado, Cameron elogió la política exterior de Thatcher durante su intervención en la Guerra de Malvinas, aunque no hizo mención a la orden de hundir al crucero General Belgrano cuando se alejaba de las islas fuera de la zona de exclusión, algo que terminó con la vida de 323 argentinos.
Por su parte, el jefe del partido laborista, Ed Miliband dijo que tiene "desacuerdos profundos" con la política de Thatcher porque "abandonó" a las comunidades mineras y realizó "un juicio errado" al apoyar el apartheid en Sudáfrica y llamar "terrorista" a Nelson Mandela.
Pese a esto, la llamó "una figura única", subrayó su liderazgo y remarcó que concuerda con sus decisiones de achicar el Estado y llevar adelante una dura política exterior.
La mitad de la bancada laborista no asistió a la sesión, cargada de polémica por el tributo a una mujer que divide a la sociedad británica más allá de su muerte.
Otro representante de ese partido, el ex ministro Michael Meacher, manifestó que Thatcher dejó "desoladas" a las comunidades industriales, mientras que el legislador David Winnick expresó que sus políticas "causaron un gran dolor y sufrimiento".
La controversia que produce la ex premier en la sociedad es tan fuerte que la policía británica está monitoreando las redes sociales, foros de internet y algunas redes de mensajería móvil para evitar posibles protestas durante el funeral.
La decisión se tomó luego de las celebraciones que hubieron en ciudades como Belfast, Bristol, Leeds, Brixton, Liverpool y Glasgow.
Algunos diarios británicos aseguran, incluso, que Scotland Yard podría realizar arrestos preventivos de posibles manifestantes, tal como ocurrió durante la boda real entre el príncipe William y la duquesa Kate Middleton en 2011.
El funeral, con honores militares, se realizará el próximo miércoles con un desfile que unirá el Parlamento con la catedral de San Pablo, en el centro de Londres.
Según algunos detalles revelados hoy, participarán de la ceremonia más de 750 miembros de las fuerzas armadas, entre ellos veteranos británicos de la Guerra de Malvinas de 1982 que escoltarán el ataúd.
Habrá además tres bandas con sus tambores cubiertos en negro en señal de luto y se realizará un saludo de armas desde la Torre de Londres.
El suntuoso funeral tendrá honores militares similares a los que se llevaron a cabo en memoria de la princesa Diana de Gales y estará sólo un escalón por debajo de un funeral de Estado reservado para los monarcas y personalidades destacadas.
Al servicio fúnebre en San Pablo asistirán la reina Isabel II, su esposo, el duque de Edimburgo y las principales figuras de la política británica.
Fuente: Télam