"Las acusaciones de Colombia deben ser tomadas muy en serio", indicó el Departamento en una nota enviada a AFP.
Las denuncias que hizo Colombia el jueves en la Organización de Estados Americanos (OEA), donde el representante del país dijo que en Venezuela hay 1.500 guerrilleros en decenas de campamentos, llevó a Venezuela a romper relaciones con su vecino país.
Esa ruptura fue "una respuesta malhumorada" y "desafortunada" de Caracas, observó el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley, en rueda de prensa.
"Venezuela tiene una obligación con Colombia y con la comunidad internacional para investigar completamente esta información y actuar para prevenir el uso de su territorio soberano por grupos terroristas", indicó la nota del Departamento.
"Todos los países del continente esperan que los países de la comunidad interamericana cumplan con el compromiso" de rechazar la presencia de grupos armados ilegales, continuó la nota.
Estados Unidos "respalda" las peticiones de Colombia durante la reunión de la OEA el jueves: que Venezuela "desmantele inmediatamente los campamentos" y que se conforme una comisión internacional que verifique las denuncias de presencia guerrillera en los próximos 30 días, dijo.
"Si Venezuela no coopera (...) Estados Unidos y los demás países obviamente que lo tomarán en cuenta", advirtió Crowley.
El gobierno de Barack Obama está "listo para colaborar con la OEA en cualquier acción que ayude a impulsar el diálogo entre Venezuela y Colombia", agregó el Departamento de Estado.
Varios funcionarios y jefes militares estadounidenses han manifestado en varias ocasiones su preocupación por presuntos nexos entre el gobierno de Chávez y las guerrillas colombianas, así como la presencia de los rebeldes en Venezuela.
Fuente: 26 Noticias