En rueda de prensa, el secretario de Defensa estadounidense señaló que debía ser "cuidadoso" con lo que decía sobre el caso para no perjudicar la investigación del propio Pentágono.
El escándalo sexual que involucró a Petraeus alcanzó tal dimensión, que obligó a que el propio presidente, Barack Obama, debiera aclarar ayer que "hasta este momento" no tiene evidencias de que la seguridad nacional de su país haya estado en riesgo.
Panetta también declinó pronunciarse hoy sobre el contenido de los mensajes electrónicos entre el general Allen y Jill Kelly, amiga de la familia Petraeus y no descartó que el caso Petraeus sea utilizado por los talibanes para desacreditar la misión que realiza como comandante en jefe de las tropas aliadas en Afganistán.
El secretario de Defensa se encuentra en Tailandia, segunda escala de un viaje por Asia-Pacifico, que persigue impulsar la nueva estrategia militar estadounidense en la región.
Fuente: Télam