La lista de líderes internacionales espiados por Washington comenzaba con Abdullah Badawi, el entonces recién renunciado primer ministro de Malasia, y concluía con Yulia Timoshenko, la derechista líder opositora ucraniana, que en aquel momento era primera ministra de su país.
La justificación de espiar a estas personalidades extranjeras era lograr "informaciones" sobre "objetivos" que "de otra forma es difícil de conseguir", según explica uno de los documentos a los que tuvo acceso Der Spiegel y reprodujo la agencia de noticias EFE.
La fuente principal de la que proviene la información sobre la canciller alemana es la base de datos denominada Marina, que recoge metadatos, esto es, el quién llama a quién, cuándo, desde dónde y por cuánto tiempo.
El documento señala que la jefa del Gobierno alemana es un objetivo para el espionaje estadounidense -y en concreto para la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) para la que trabajaba Snowden-, una afirmación que podría utilizarse como prueba por parte de la fiscalía federal alemana en las investigaciones preliminares que se están llevando a cabo sobre este asunto.
El año pasado salió a la luz pública, gracias a las revelaciones de Snowden, que los servicios secretos estadounidenses mantuvieron pinchado durante años uno de los teléfonos móviles de Merkel.
Fuente: Télam