Michael Rosales, de 23 años en ese entonces y que consumió cocaína poco antes de la muerte, fue sorprendido por, Mary Felder, la dueña del apartamento que intentaba robar y la mató de 130 puñaladas.
En 2004, Rosales obtuvo una suspensión in extremis de la condena, cuando la defensa argumentó que sufría de retardo mental. El martes una corte de apelaciones de Luisiana rechazó considerar un nuevo recurso.
Se trata de la decimotercera ejecución en Texas en lo que va del año.
Fuente/ 26noticias.com.ar