Luego de analizar más de 300 enmiendas durante cinco días, el texto, que fue elaborado por republicanos y demócratas, fue aprobado en la comisión con 13 votos a favor y 5 en contra, lo que desató inmediatos festejos de jubilosos activistas que habían llenado la sala de la comisión para presenciar las sesiones.
"¡Sí podemos!, !Yes we can¡", cantaron los activistas, en su mayoría latinos, repitiendo el mismo cántico en español e inglés.
Al otro lado de la Avenida Pensilvania, Obama celebró de inmediato las buenas noticias.
"Felicito a la Comisión Judicial por completar su trabajo" y "exhorto a todo el Senado a que considere este proyecto de ley bipartidista en el pleno del Senado a la mayor brevedad posible", dijo Obama en un comunicado citado por la agencia de noticias DPA.
El proyecto de ley, que fue diseñado por cuatro senadores del oficialismo y cuatro de la oposición, abre la posibilidad de obtener la ciudadanía estadounidense a los cerca de 11,5 millones de personas que viven en el país de manera ilegal.
Además, crea un nuevo programa para trabajadores de bajas calificaciones y permitiría una mayor llegada al país de trabajadores altamente calificados.
Al mismo tiempo, el proyecto requiere que el gobierno haga importantes inversiones para reforzar la seguridad fronteriza y otras medidas para combatir la inmigración ilegal.
Sonriente, el presidente del comité, el demócrata Patrick Leahy, invitó a algunos de los activistas que presenciaron las sesiones a acercarse al centro de la sala, donde se tomó fotos con ellos y los felicitó por una victoria que los defensores de los indocumentados consideran histórica.
La aprobación en la comisión llegó horas después de que el propio Obama realizara un enésimo acto para promocionar la reforma migratoria, esta vez recibiendo en el Salón Oval de la Casa Blanca a un grupo de jóvenes inmigrantes provenientes de todo el mundo.
Acompañado de su vicepresidente, Joe Biden, el mandatario motivó a los visitantes a compartir sus historias personales y la de sus familias, y explicar de qué manera están siendo afectadas por el actual sistema migratorio.
"Porque nuestras historias son las que van a hacer el cambio, tienen el poder de motivar a más personas y de enseñarle a la sociedad americana que las familias inmigrantes son como cualquier otra familia", contó a la prensa tras el encuentro, Justino Mora, estudiante de 23 años de la Universidad de Los Angeles (UCLA).
Mora, que junto a su hermano fue beneficiado por el programa de Acción Diferida (permiso de trabajo a jóvenes indocumentados que cumplen ciertos requisitos), tiene aún a su hermana y a su madre viviendo bajo las sombras por la falta de papeles.
En ese sentido, tanto a Obama como a Biden "les impresionó el trabajo duro" de su familia pero especialmente "el trabajo de mi madre soltera", que le recordó al presidente su propia historia personal, comentó a Télam Justino desde los jardines de la Casa Blanca.
Fuente: Télam