"Tenemos muchísimas ganas de ver que esta misión, que está llena de actividades, tenga éxito y todo vaya por buen camino", aseguró Moses, acompañado del director de lanzamientos, Mike Leinbach, el jefe de la misión STS-133, Scott Higginbotham y la portavoz del servicio meteorológico de la NASA, Kathy Winters.
Leinbach señaló que los equipos de procesamiento del Discovery, sus sistemas de vuelo y los elementos de Tierra se encuentran en perfecto estado y tras la prueba del encendido "no estamos viendo ningún problema en absoluto y parece que el Discovery volará esta vez".
El lanzamiento, inicialmente previsto para el 1º de noviembre del pasado año, fue aplazado primero por un escape de hidrógeno, luego por un fallo eléctrico y más tarde por unas grietas detectadas en el tanque de combustible externo que obligó a posponerlo hasta el 2011.
Según constataron también los técnicos, el llenado del tanque externo de la nave ya se completó de acuerdo a lo previsto.
Los seis astronautas que tripulan la nave abordaron el transbordador durante la tarde, unas horas antes del lanzamiento .
El pronóstico del tiempo era muy optimista, incluso en un 80% a un 90% favorable al despegue desde el Centro Espacial Kennedy, cerca de Cabo Cañaveral al sureste de Florida. Es por eso que despegó sin inconvenientes.
Su último viaje pasará a la historia pero dejará un vacío en los ingenieros, informáticos, astronautas, jefes de misión y todo el personal de la NASA. (Infobae)