"Dios nos ordenó pelear. Por esa razón, los soldados del Estado Islámico están peleando. Nunca abandonarán la lucha, incluso si queda un solo hombre. Nunca abandonarán la lucha, porque rechazan la humillación", agregó, citado por la cadena CNN.
El EI domina extensos territorios en Irak y Siria donde este año proclamó un califato e impuso una versión ultraconservadora de la ley islámica, aprovechándose del caos de la guerra civil en Siria y explotando el resentimiento de los sunnitas iraquíes hacia el gobierno chiita de Bagdad.
Según Estados Unidos y la ONU, el grupo, que controla pozos petroleros y ha reivindicado atentados en Bagdad y decapitado a rehenes occidentales, gana unos 2 millones de dólares diarios vendiendo crudo en el mercado negro y ha cometido crímenes de guerra y la humanidad en las zonas bajo su mando.
Alarmado por el avance del EI en Irak, una coalición liderada por Estados Unidos comenzó a bombardear sus posiciones en Irak en agosto y en Siria en septiembre, matando a "cientos" de yihadistas, según jefes militares norteamericanos.
Ayer, el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una organización con sede en Londres que documenta la guerra en Siria, dijo que 865 personas murieron ya desde el inicio de los bombardeos contra el EI en Siria, en su mayoría combatientes yihadistas.
La semana pasada, medios iraquíes informaron que Al Baghdadi había sido herido en un bombardeo estadounidense, pero un vocero militar norteamericano dijo que no podía confirmarlo y que la coalición no estaba buscando atacar específicamente al líder del EI en Irak sino deteriorar la capacidad del grupo de comandar sus fuerzas.
En mensaje difundido hoy no estaba fechado, pero Al Baghdadi hizo una referencia a un anuncio formulado el viernes pasado por el presidente estadounidense, Barack Obama, de que había aprobado enviar 1.500 soldados más a Irak.
En la grabación, el jefe islamista subrayó el "fracaso" de la operación militar de la coalición internacional y se comprometió a proseguir sus avances hasta ocupar "Roma", en alusión al continente europeo.
"Les damos la buena noticia de la extensión del EI a Arabia Saudita, Yemen, Egipto, Libia y Argelia, y anunciamos la aceptación de la pleitesía de nuestros hermanos que nos juraron lealtad en aquellos países", dijo Al Baghdadi, que consideró a estos estados como provincias del nuevo califato del EI.
Además, anuló los nombres actuales de estos grupos extremistas, les nombró como filiales en sus respectivos países y les anunció la próxima designación de sus responsables, informó la agencia de noticias EFE.
En concreto, pidió a los sauditas que luchen contra todos los chiitas en su país, contra la familia gobernante de Al Saud y sus soldados, y también contra los ciudadanos occidentales -sin hacer distinción entre civiles y militares.
Además, Al Baghdadi se comprometió a enviarles refuerzos "militares".
Por otra parte, demandó a los yihadistas de Yemen, que son leales a la red Al Qaeda, de la cual el EI es una escisión, que luchen contra el movimiento separatista chiita de los hutíes de Ansar Allah (Seguidores de Alá).
Además, instó a los extremistas de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia a "combatir contra los laicos".
Con respecto a la coalición internacional liderada por Estados Unidos, Al Baghdadi la calificó de "una de las campañas más feroces y la más fracasada".
Asimismo, le recriminó no haberse atrevido a lanzar una operación por tierra, haber recurrido a la aviación de los países del Golfo y haber pedido la justificación del ataque a las instituciones religiosas de los países musulmanes.
Recientemente, los grupos extremistas Ansar Beit al Magdis, Egipto; Ansar al Sharia, de Libia; Yamat Yund al Jirafa, de Argelia; y varias organizaciones de Yemen y Arabia Saudita juraron lealtad al EI y a su líder Al Bagdhadi, según anunciaron en varios comunicados.
En junio pasado, el EI lanzó una ofensiva relámpago y se hizo con el control de extensas zonas del norte y centro de Irak, incluyendo la ciudad de Mosul.
En Estados Unidos, al defender la estrategia contra el EI durante una audiencia en la Cámara de Representantes del Congreso, el secretario de Defensa Chuck Hagel dijo hoy que la guerra contra el EI ganará "en tiempo e intensidad" en Irak a medida que las fuerzas iraquíes se vuelvan más efectivas.
Ante la misma comisión de Asuntos Militares, el máximo jefe castrense norteamericano, el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Martin Dempsey, dijo que se necesitarán 80.000 soldados iraquíes "competentes" para recapturar territorio tomado por el EI, incluyendo Mosul, y para restaurar la frontera con Siria.
Fuente: Télam