El pontífice confió sus sentimientos al finalizar la habitual audiencia general de los miércoles, mientras las bombas siguen cayendo en todo el territorio iraquí y causan numerosas víctimas civiles.
"Recitando la corona del rosario hemos meditado este misterio con el corazón oprimido por las noticias que llegan de Irak en guerra, sin olvidar otros conflictos que llenan de sangre laTierra", afirmó el obispo de Roma, visiblemente emocionado. (Télam-SNI)