Wellingon Menezes de Oliveira, de 24 años, quien según testimonios de la policía cometió suicidio, ingresó este jueves a una escuela donde había sido alumno, en el barrio de Realengo, y comenzó a disparar a quemarropa contra los niños, dejando al menos 10 muertos y 13 heridos.
"Deben saber que los impuros no podrán tocarme sin guantes, solamente los castos o los que perdieron sus castidades luego del casamiento y no se involucraron en adulterio podrán tocarme", reza la carta encontrada por la policía en las ropas de Menezes de Oliveira y distribuida a la prensa.
En la carta, el joven insistió también en que "nada que sea impuro podrá tocar mi sangre", y dejó instrucciones para que su cuerpo sea desvestido, bañado y envuelto en una mortaja blanca, que afirmó haber llevado a la escuela donde cometió los crímenes.
"Los que cuiden de mi sepultura deberán retirar toda mi ropa, bañarme, secarme y envolverme totalmente desvestido en una sábana blanca que está en este edificio, en una bolsa que dejé en la primera sala del primer piso", apunta.
La misiva también expresa el deseo de Menezes de Oliveira de ser sepultado junto a su madre adoptiva, y de que su tumba reciba "la visita de un fiel seguidor de Dios", para que "rece delante de mi sepultura pidiendo perdón a Dios por lo que hice".
La policía había informado en un primer momento el hallazgo de una carta con un mensaje incongruente. (26 Noticias)
