Menezes tenía también seis accesorios, conocidos como "speedloaders", para recargar rápidamente su arma.
Según el comisario Ettore, el joven ingresó en dos aulas y disparó a quemarropa. Probablemente no recibió ningún entrenamiento previo en el manejo de armas, agregó el funcionario.
"El revólver 38 es un arma fácil de manejar y no requiere ningún entrenamiento especial", destacó.
Dos sospechosos de haber entregado las armas a Menezes fueron detenidos el viernes.
La Policía solicitó el levantamiento del secreto telefónico del asesino e intentará recuperar las informaciones contenidas en su ordenador, parcialmente quemado y encontrado en su casa.
Un hermano adoptivo de Menezes dijo al diario Estado de Sao Paulo el sábado que éste era esquizofrénico y que tomaba medicamentos desde los siete años, aunque había dejado de tomarlos a los 14.
Fuente: 26noticias.com.ar