Aunque en la semana había declarado que se quedaría en Boca aun con una derrota ante Olimpo, la falta de respuestas del equipo y la hostil despedida que le dedicaron los hinchas pusieron en tela de juicio su continuidad al frente del plantel.
Llegado al club a inicios de temporada, Falcioni recogió elogios durante los partidos del verano, pero ya en el Clausura, y a partir de un enfrentamiento con el crack Juan Román Riquelme (que volvió esta noche luego de cuatro fechas), perdió estabilidad y reconocimiento entre los simpatizantes boquenses.
Hoy, al final del partido, recibió en los vestuarios la visita del vicepresidente segundo de Boca, Juan Carlos Crespi, y luego se fue de la Bombonera sin hacer declaraciones.
Mientras tanto, y cuando se retiraba en micro del estadio, el plantel fue hostigado por la barra brava del club que, apostada en el hall de la calle Del Valle Iberlucéa, les reclamó a los jugadores mayor "sacrificio y amor por la camiseta". (Telam)