El funcionario expresó que las proyecciones indican que la economía británica se reducirá 0,1% en 2012, un número muy distinto al revelado en marzo cuando se pronosticó un crecimiento del 0,8%.
Osborne atribuyó la caída a los problemas en la zona euro, y para llevar tranquilidad a los mercados manifestó que esperan superávit de 1,2% para el año próximo.
"Está llevando tiempo, pero la economía británica se está recuperando después de la mayor crisis financiera de nuestras vidas", dijo el ministro en la llamada "Declaración de Otoño", que se realiza todos los años en el Parlamento.
El Reino Unido salió el último trimestre de su segunda recesión en cuatro años, en gran parte gracias al impulso de los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
Sin embargo, se espera que no haya crecimiento en el último trimestre del año, en una economía que todavía muestra signos de debilidad, como la inestabilidad laboral por la gran cantidad de trabajos a medio tiempo creados en los últimos meses.
En ese marco, el ministro anunció que se ampliarán las medidas de austeridad hasta 2018 para continuar reduciendo el déficit: "El país está en buen camino y volver atrás sería un desastre".
Parte de esos ajustes afectarán el empleo público, por lo que explicó que la tasa de desocupación podrá alcanzar un pico de 8,3%, un 0,5 más que la última información estadística.
Respecto a los beneficios sociales, comentó que "ninguna familia sin trabajo obtendrá más que aquellas que tienen trabajo", por lo que se tomarán medidas para "corregir los errores y fraudes que ahorrarán mil millones de libras (1,6 mil millones de dólares) en cuatro años".
Osborne señaló que la mayoría de los montos en asistencia para jubilados, solicitantes de empleo y subsidio por hijos subirán en un 1% durante los próximos tres años, aunque no aclaró que es un porcentaje inferior a la tasa de inflación proyectada.
Por otro lado, admitió que no cumplirá con su propio objetivo de reducir la deuda nacional, no obstante dijo que empezará a caer en el período 2015/16, año de las próximas elecciones generales.
Una buena noticia para las empresas fue que se recortará el 1% de los impuestos corporativos y reiteró que se impulsará una ley para combatir evasiones como las que, según el Parlamento británico, realizan las multinacionales Starbucks, Google y Amazon.
Para la clase media y baja, uno de los anuncios esperados fue la cancelación del aumento de 3 peniques (5 centavos de dólar) al litro de combustible que iba a empezar a partir del 1º de enero.
Tras la declaración de Osborne, llegaron las críticas de Ed Balls, el ministro en las sombras del laborismo: "Tuvimos la más larga recesión desde la Segunda Guerra Mundial y ahora la recuperación más lenta de la historia".
"Después de dos años y medio se puede ver, y la gente puede sentir, la verdadera magnitud del fracaso económico de este gobierno", dijo el responsable de la oposición en controlar al ministro de Economía.
Balls agregó que las medidas del gobierno afectan a "millones de familias que luchan por hacer lo correcto" y que "la deuda nacional va a ser más alta a fin de este año, que la heredada" por esta administración.
Uno de los primeros en reaccionar al discurso de Osborne fue Brendan Barber, secretario general de Trade Union Congress, la confederación de sindicatos más grande de Reino Unido, que manifestó: "Los cortes y la austeridad se extienden aparentemente sin fin".
"Lo que falta hoy en día es una visión de futuro de una economía que pueda ofrecer empleos decentes y mejores niveles de vida", añadió.
Fuente: Télam