De mayoría cristiana y animista, Sudán del Sur se independizó de Sudán, de mayoría musulmana, en julio de 2011, luego de un acuerdo de paz firmado en 2005 que puso fin a décadas de guerra civil.
Pero el país más joven del mundo se vio inmerso en un nuevo conflicto a partir del 15 de diciembre pasado, cuando el presidente Salva Kir, cristinao, acusó a su exvicepresidente y actual líder rebelde, el musulmán Riek Mashar, de un intento de golpe de Estado.
Desde entonces, al menos 10.000 personas murieron, más de 300.000 tuvieran que desplazarse y unas 78.000 tuvieran que refugiarse en los países vecinos por los combates entre las fuerzas nacionales y fuerzas leales a Mashar.
Finalmente, las partes acordaron hoy decretar un alto el fuego y buscar una solución al asunto de los rebeldes detenidos por el gobierno sursudanés, cuestión que había obstaculizado el diálogo.
El pacto fue firmado por los jefes de la delegación de gobierno sursudanés, teniente general Nhail Deng Nhail, y de la delegación rebelde, general Taban Deng, en la sala de un hotel de la capital etíope abarrotada de diplomáticos y periodistas.
"El gobierno es capaz de hacer cumplir a su Ejército el cese de las hostilidades y aplicar la letra y el espíritu del acuerdo", aseguró Deng Nhail, quien dio un apretón de manos a su interlocutor tras rubricar el pacto, informó la agencia EFE.
"Creemos que nuestros camaradas que languidecen en prisión son presos de conciencia por sus opiniones políticas. Pensamos que su presencia física es importante para que las negociaciones terminen con éxito", dijo el negociador rebelde.
El director de Paz y Seguridad de la IGAD, Tewolde Gebremeskal, manifestó su esperanza de que "las armas se silencien antes de 24 horas".
Por su parte, el embajador de la Unión Europea (UE), Alex Rondos, uno de los diplomáticos presentes en la ceremonia celebrada en la capital de Etiopía, subrayó que "la paz se debería restaurar y los asesinatos deben cesar", pues "la ley internacional ha de respetarse".
El anuncio del alto el fuego se produce un día después de que la ministra de Exteriores de Kenia, Amina Mohamed, informó que los líderes de los siete países de Africa Oriental que conforman la IGAD aprobaron el envío a Sudán del Sur de una fuerza pacificadora de 5.500 soldados.
Con esa decisión, la IGAD da curso a una resolución de la ONU aprobada el 24 de diciembre pasado, para redoblar su presencia en Sudán del Sur con 5.500 cascos azules más, que serán aportados por algunos de los países miembros de la organización regional.
Con el envío de estas tropas, la misión de la ONU en Sudán del Sur, UNMISS, contará con 12.500 efectivos en este país.
Fuente: Télam