"Persiste la negación de los derechos a las mayorías, la antidemocracia, la respuesta violenta a los reclamos y a las posturas críticas al régimen. Continúa el abandono del Estado en importantes territorios y su complicidad con los carteles mafiosos, las bandas delincuenciales y el paramilitarismo que, lejos de haber desaparecido, se mantiene con nuevas fuerzas en estrecha relación con las Fuerzas Armadas y con empresarios, políticos, comerciantes y terratenientes. A esa realidad hay que sumarle un agravante: la libertad de los más reconocidos jefes paramilitares que tienen intactos sus capitales y sus niveles de poder", agregó.
El momento elegido por el jefe del ELN para acceder a esta entrevista conjunta, donde impone condiciones y deja boyando advertencias, coincide con los intentos por avanzar en un proceso de negociación con el gobierno colombiano, similar al que llevan adelante las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en La Habana, desde hace casi tres años.
Consultado sobre los actores internacionales y los intereses geopolíticos que participan del conflicto colombiano, el líder del ELN apuntó centralmente hacia los Estados Unidos.
"En documentos desclasificados por los Estados Unidos queda clara la participación de la CIA en el magnicidio del dirigente popular Jorge Eliecer Gaitán", ocurrido en 1948, y que desató el proceso que tres lustros más tarde derivó en la creación de ambas guerrillas, que hoy son las más antiguas del mundo.
"Desde 1961, en el fragor de la llamada Guerra Fría, un general gringo instruyó a la cúpula militar colombiana en la creación de grupos de civiles armados, en tareas de inteligencia al servicio de las Fuerzas Armadas. Dichos grupos evolucionaron a las estructuras paramilitares que cubrieron el territorio nacional. La injerencia política de los Estados Unidos en los asuntos internos colombianos es innegable", agregó.
Respecto de las posibilidades de el ELN firme acuerdos con el gobierno, Gabino lo condicionó a que "se den normas de seguridad y garantías plenas para la oposición política", a partir de las cuales "la insurgencia tendría el espacio para seguir la lucha por sus objetivos de justicia y equidad social que se le ha negado hace más de medio siglo".
"Ahora que el gobierno plantea diálogos para buscar la paz, estamos prestos a examinar si esa oferta es realista y si es posible seguir la lucha desde espacios legales", apuntó.
En cuanto al rol de la sociedad en los procesos de paz señaló que "el gobierno debe entender que un proceso de paz, para que sea exitoso, requiere la participación de la sociedad históricamente excluida de la vida política del país, es decir, la mayoría de los colombianos que han padecido los rigores del conflicto".
Para el jefe insurgente, el rol de los medios de comunicación en este proceso también "es protagónico, porque generan opinión e inducen. En Colombia, al ser privados tales medios juegan a favor de los grandes capitales opuestos a la paz o sesgados a posturas unilaterales. Hablan por el establecimiento y sus Fuerzas Armadas, actúan dentro de una línea contrainsurgente que sataniza la insurgencia, lo que implica una verdadera traba para la paz porque se pierde el equilibrio de la información", agregó.
"Hay que aclarar que no nos referimos a los periodistas sino a los dueños, quienes definen su dirección, línea editorial y el perfil de lo que se informa o lo que se oculta. Es urgente en el proceso de paz acordar un equilibrio informativo", precisó.
Gabino dejó para el final la consulta más compleja que indaga sobre la posibilidades de reactivar la experiencia que se dio en los años '90, cuando el ELN y las FARC participaron de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolivar, período en el que ambas organizaciones se fortalecieron.
"Este es uno de los temas importantes que hemos intercambiado entre el Secretariado [de las FARC] y el Comando Central [del ELN]. Las dos organizaciones hemos hecho un sondeo y una amplia mayoría de las dos fuerzas respaldan el relanzamiento de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar", señaló.
"No hay duda de que este salto fortalecerá la unidad de la insurgencia y será un mensaje muy importante para el pueblo colombiano que espera la unidad de los revolucionarios. Tanto en los compañeros de las FARC como del ELN somos conscientes que este es un reto que debemos asumir con madurez y decisión porque la unidad es indispensable para avanzar en los objetivos estratégicos tanto de la insurgencia armada como para las luchas del pueblo y la nación".
Fuente: Télam