Para su puesta en libertad tendrá que pagar un millón de dólares y aportar otros cinco como aval. Además, llevará una pulsera electrónica que controle sus movimientos, y estará sometido a vigilancia a través de cámaras de vídeo las 24 horas del día.
Por otro lado, la Fiscalía de Nueva York ha señalado al tribunal que las pruebas que tiene en su poder son "suficientemente sólidas" como para proceder a su acusación formal. Esta decisión implica que las acusaciones formales ya están en el caso y que puede comenzar el juicio si Strauss-Kahn se declara no culpable.
La próxima audiencia del caso ha sido fijada para el 6 de junio.
En la sala del tribunal Anne Sinclair, llegada desde París, daba la mano a una de las hijas de Kahn, Camille, que asiste al juicio con su esposo, y todos estaban visiblemente afectados por este mediático caso que ha reunido dentro y fuera del edificio a centenares de periodistas, cámaras de televisión y fotógrafos de todo el mundo.
Sobre la posibilidad aludida por la Fiscalía de que Strauss-Kahn huya de Estados Unidos, un país con el que Francia no tiene tratado de extradición, Taylor ha indicado que su cliente "no querría huir del país y quedar ante los ojos de todos como un agresor sexual, porque no lo es".
El exdirector del FMI, que fue detenido el sábado en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy cuando se encontraba en un avión a punto de salir con destino a París, ha acordado asimismo entregar sus documentos de viaje de Naciones Unidas para que las autoridades se aseguren de que no puede abandonar el país.
La petición de la defensa para lograr su salida en libertad bajo fianza incluye numerosos aspectos que no se contemplaron el lunes cuando una jueza neoyorquina negó esa posibilidad después de ser imputado de siete cargos por abuso sexual e intento de violación que conllevan penas de 3 a 25 años de cárcel cada uno de ellos y según su categoría. (26 Noticias)