Los grandes campamentos y sentadas en las calles constituyen el mayor desafío a la autoridad de China en Hong Kong desde que Beijing tomó el control de la ex colonia británica, en 1997, y los líderes de la protesta amenazaron ayer con empezar a tomar edificios públicos en caso de que Leung se negara a renunciar.
Horas antes de la aparición pública de Leung, la policía advirtió de "serias consecuencias" si se rodeaban o tomaban edificios de gobierno, y el líder hongkonés dijo más tarde ante los periodistas que las protestas seguirán siendo toleradas mientras no se ataque a las fuerzas del orden.
"En cualquier lugar del mundo, si hay algún manifestante que rodee, ataque u ocupe edificios públicos como comisarías, o la oficina del Jefe Ejecutivo, las consecuencias son serias", reiteró Leung, citado por la cadena BBC.
La comparecencia del jefe de gobierno se produjo al final del sexto día de protestas en favor de una elección realmente democrática del próximo jefe ejecutivo de la ciudad, en 2017.
Los comicios serán los primeros por sufragio directo en Hong Kong, pero los hongkoneses rechazan la decisión de China de tener que elegir a candidatos preseleccionados por Beijing, y exigen una elección completamente libre.
Las protestas, pacíficas y ordenadas, han puesto la reforma política de Hong Kong en primera fila de la atención mundial, lo que ha incomodado al gobierno chino, que ha calificado las manifestaciones de ilegales y advertido a terceros países que se trata de un asunto interno de su exclusiva incumbencia.
"No renunciaré porque tengo que continuar con mi trabajo para las elecciones", dijo Leung a los periodistas.
Parado junto a él, la Secretaria Principal, Carrie Lam, dijo que buscará acordar conversaciones con los líderes estudiantiles tan pronto como sea posible.
"Espero que ambas partes queden satisfechas. Los estudiantes querían una reunión pública pero espero que podamos tener algo de flexibilidad para discutir los detalles", señaló.
Mientras, en las afueras de la sede del gobierno de esta región administrativa especial china, centenares de ciudadanos recibían con abucheos las declaraciones de Leung, algunos acusándole de "ganar tiempo y no tomar decisiones", informó la agencia de noticias EFE.
Algunos grupos, más desencantados, amagaron con cortar algunas vías o autopistas más, pero la mayoría les contuvo con el argumento de que eso era lo que buscaban las autoridades para enviar a la policía.
La intervención de la máxima figura de Hong Kong, no obstante, desactivó buena parte de la tensión acumulada en las últimas horas con el ultimátum para que dimita y la advertencia policial, que había prometido que no dudaría en hacer uso "apropiado" de la fuerza si fuera necesario.
El movimiento Occupy Central, uno de los protagonistas del movimiento junto a la Federación de Estudiantes, señaló que la comparecencia de Leung permitió a las dos partes "dar un paso atrás" y reducir la tensión.
Sin embargo, agregó que "sigue sin resolverse" la cuestión de cómo salir de la actual crisis.
La Federación de Estudiantes respondió con una carta a Carrie Lam en la que pidió que el diálogo sea a puerta abierta, "delante del público", y también recalcó que Leung, de 60 años y en el poder desde 2012, "ha perdido su integridad y cualquier legitimidad".
En China, elevando las críticas hacia las protestas, los medios oficiales advirtieron que si las manifestaciones continúan sobrevendrá el "caos" en la ciudad-estado.
El diario oficial del Partido Comunista de China, El Diario del Pueblo, editorializó que "el gobierno central continuará apoyando de manera firme e inquebrantable las medidas legales y las políticas que adopten de acuerdo con la ley el gobierno hongkonés y la policía autónoma hacia estas protestas ilegales".
Fuente: Télam