"La jurisprudencia del tribunal de Justicia de La Haya ha sentenciado en reiteradas ocasiones que en ningún caso el marco legal debe coartar la voluntad democrática. Por lo tanto, la conclusión obvia es que cuando el marco legal impide el ejercicio democrático, es antidemocrático", subrayó.
Junqueras no es un veterano curtido por el histórico conflicto separatista sino un político joven y cercano a la gente, que logró capitalizar como nadie el descontento social surgido de la crisis económica en España a favor de la independencia catalana. Y a la vista están los resultados.
Tras los comicios regionales del 25 de noviembre de 2012, ERC paso de quinta a segunda fuerza política al doblar sus bancas -de 10 a 21- y se convirtió en el socio necesario del presidente catalán Artur Mas, de la conservadora Convergencia i Unió (CIU), de cara al proceso soberanista que desafía al Ejecutivo de Rajoy.
Aunque representan modelos económicos y sociales diferentes, ERC y CiU acordaron rápidamente una "hoja de ruta" para la independencia, que pasa por la celebración de un referendo en 2014, y que tuvo como punto de partida la aprobación en el parlamento catalán, el 23 de enero, de una declaración que proclamó a Cataluña como "sujeto político y jurídico soberano".
Sin embargo, el Ejecutivo del derechista Partido Popular (PP) está decidido a arrancar de raíz las intenciones de los separatistas catalanes impugnando la declaración soberanista ante el Tribunal Constitucional. Argumentan que en la Carta Magna está claro que la soberanía nacional reside en el pueblo español y los catalanes sólo tienen autonomía.
Junqueras, de 44 años, profesor de Historia y experto en Economía, no está de acuerdo: "¿La independencia de Argentina quién la decidió, los argentinos o los súbditos del imperio español? Entonces ¿quién debe decidir sobre la independencia de Cataluña? Está claro, ¿no?".
"Tenemos todo el derecho del mundo a decidir nuestro futuro. Queremos que los catalanes podamos decidir nuestro futuro, exactamente igual que cualquier otro país, igual que lo hizo Argentina en su momento", añadió Junqueras, que fue eurodiputado y desde 2011 también es alcalde del pueblo de Sant Vicenç dels Horts.
En su despacho, a su espalda cuelga un grabado con la imagen de Lluís Companys, ex presidente catalán y líder de ERC, justo antes de ser fusilado por el franquismo en el castillo de Montjüic hace más de 70 años.
Es el recuerdo imborrable y desgarrador de un hombre mayor, el héroe de un pueblo, que no se deja tapar los ojos y enfrenta la muerte y la injusticia, descalzo con los pies aferrados a su tierra, su último grito fue "Per Catalunya!" (Por Cataluña).
El escenario actual es bien distinto -España es un Estado democrático-, precisamente por ello (y por la crisis) y contrariamente a lo que sostienen los defensores de la legalidad democrática, Cataluña se encuentra ante un "escenario inmejorable para alcanzar su independencia", según Junqueras.
"Si el gobierno español intenta impedir el ejercicio democrático, eso mismo se convierte en una victoria para el pueblo catalán. Porque ante la comunidad internacional existirán dos opciones: la voluntad democrática de los ciudadanos de Cataluña y la voluntad antidemocrática de España", aseguró.
De hecho, la intención de celebrar un referendo es para darle legitimidad al proceso soberanista. "Lo que convierte en vinculante una consulta democrática es su resultado. Y es evidente que si el resultado es que la mayoría de los ciudadanos están a favor de la independencia esto tiene carácter vinculante porque tiene carácter democrático, con indiferencia de si el marco actual lo acepta o no", argumentó Junqueras.
"Lo que pretendemos es diseñar un nuevo marco legal a partir de la voluntad democrática", explicó. "¿O acaso la democracia no transformó el marco legal en el pasado?, sino las mujeres seguirían sin derecho a voto, el divorcio estaría prohibido y existiría la esclavitud en medio mundo", replicó.
Pero para el líder de ERC, la independencia no es sólo una cuestión de derecho, también es la garantía de futuro mejor en términos económicos.
"Argentina no podría hacer políticas sociales si no tuviese la herramientas de un Estado ¿No? Bueno, nosotros tampoco, es imposible", remarcó, consciente de que el proceso soberanista de Cataluña ganó nuevos adeptos en una España en recesión, castigada por el ajuste y con un desempleo del 26%.
"El gobierno español se lleva cada año de Cataluña el equivalente a unos 16 mil millones de euros que no nos retorna de ningún modo, por eso es evidente que en una Cataluña independiente los ciudadanos catalanes estarán mejor que dentro del Estado español", argumentó.
Además, "España afronta un situación económica dificilísima, con un gobierno que sufre un enorme desprestigio, que incumplió su programa electoral y que está bajo sospecha de corrupción generalizada", remarcó.
El escándalo de corrupción del ex tesorero del PP Luis Bárcenas y la sospecha de cobro de sobresueldos y financiación ilegal del partido gubernamental, que puso bajo sospechas a Rajoy, no hizo más que debitar al poder central a los ojos de los separatistas: "¿Qué interés podemos tener en vivir en un Estado de este tipo?", se preguntó Junqueras.
"España lleva siglos sin atender las necesidades políticas, económicas, culturales y lingüísticas de los catalanes, por eso queremos decidir nuestro futuro, llámalo autodeterminación, derecho a decidir o como quieras", sentenció.
Fuente: Télam